No terminaba 2017 y ya era evidente que la meta de inflación en Argentina que se había puesto el Gobierno del 10 % para 2018 era imposible de cumplir. Pero como la gestión de Cambiemos, que lleva dos años de mandato y sigue luchando contra esta difícil herencia del kirchnerismo, hizo gala de un primer momento de no mentir y decir la verdad, mostrando como uno de sus logros más importantes la vuelta a la transparencia de las estadísticas oficiales, algo tenía que decir. La misma vara que subió el macrismo a la hora de mostrar un nuevo estilo obligó al Gobierno a “poner la cara” y reconocer que la meta quedaba sin efecto.

Sin embargo, el camino que elijó el Gobierno hace exactamente tres meses para reconocer una situación fue para muchos uno de los peores errores de la gestión de Mauricio Macri.

Aquel 28 de diciembre se realizó una conferencia de prensa de la que participaron el jefe de Gabinete de Ministros, Marcos Peña; el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, y los ministros de Hacienda, Nicolás Dujovne; y de Finanzas, Luis Caputo. Allí, además de recordar que la independencia del Banco Central de la República Argentina es como un mito de Santa Claus para adultos idealistas, se reconoció que la nueva meta ya no era del 10 %, sino del 15 %.

Más allá de los debates que dejó la conferencia con interpretaciones diversas, inclusive contrapuestas, como que Sturzenegger “liquidó” su reputación, o como que él mismo se “salvó” al atar la proyección de la inflación al sector político. Lo cierto es que a 60 días todo parece indicar que el año cerrará, no con 10, ni con 15, sino con más del 20 % de inflación.

Si algo hizo la conferencia en cuestión fue perjudicar más la imagen y credibilidad del Gobierno en relación con uno de los problemas que más preocupan a los argentinos, junto a la inseguridad.

En la jornada de ayer se supo que la inflación de marzo cerrará alrededor del 2 %, por lo que luego del 2,5 de febrero y el 1,8 de enero, todo parece indicar que, de la misma manera que el Gobierno tuvo que poner la cara para reconocer que el 10 % quedaba sin efecto, tendría que hacerlo de nuevo con relación al 15 %, esperemos que con una estrategia menos contraproducente.

Pero de tener que recurrir a un segundo anuncio de “malas noticias” en el transcurso del año, la situación se tornaría más compleja de explicar para el presidente Mauricio Macri. A pesar de que como él reconoció, que la inflación no baja como le gustaría, pero que igualmente continúa en caída, una cifra cercana al 20 % para este año mostraría un estancamiento en relación a 2017. Aunque el año pasado el número estuvo también por encima de las predicciones oficiales, el macrismo tuvo la posibilidad de argumentar que se pasó del 40 % de 2016 al 25 % en 2017. Cualquier número que comience con “veinti” será muy difícil de explicar a la gestión de Cambiemos.

Críticas de un anuncio fallido

En diálogo con el PanAm Post, el economista Roberto Cachanosky recordó el anuncio de diciembre al que denominó como “contraproducente”. Según el especialista, aquel episodio “mostró que la prioridad no es bajar la inflación, sino subordinar la economía a las necesidades del Gobierno”. Para Cachanosky, el 2 % de marzo indica que cada mes que pasa se aleja más la nueva meta. “Para alcanzarla habría que tener un techo del un 1% mensual de aquí a fin de año”, comentó.

La periodista María Zaldívar también criticó aquella conferencia y resaltó que el macrismo tiene un problema “grave, global y sistemático” que es el error de diagnóstico. “El Gobierno tiene que entender que el problema es el sistema, la voracidad del Estado, el asistencialismo y la demagogia”, advirtió la comunicadora a este medio. Para Zaldívar el cambio de personas entre los gobiernos del kirchnerismo y del macrismo no va a solucionar el problema, ya que hasta el momento se mantiene el mismo sistema con los mismos vicios.

Fuente: Panampost