Ben Rhodes, asesor adjunto de seguridad nacional del expresidente Barack Obama, manifestó que para él el Gobierno de Cuba no es responsable de los presuntos ataques acústicos que afectaron a diplomáticos estadounidenses.

“Realmente no creo que sea el Gobierno cubano. Ya sea que se trate de un tercero como Rusia, o si es una facción de línea dura dentro de Cuba, para mí es alguien con una motivación para matar la relación o retrasarla. Y desafortunadamente, lo han logrado”, opinó el exasesor de seguridad nacional durante una entrevista publicada el pasado sábado por el diario británico The Guardian.

Rhodes, fue consejero de política exterior durante los dos períodos presidenciales de Barack Obama y fue pieza clave en el acercamiento con el régimen dictatorial de La Habana.

El exasesor no solo ha defendido al Gobierno Cubano frente a los presuntos ataques, sino que además, ha cuestionado a la administración de Trump. A finales del año pasado (2017) Rhodes afirmó que a su juicio “Estados Unidos ha sobrerreaccionado” al expulsar a diplomáticos de la embajada de Cuba.

“Si no tenemos clara la autoría, ¿por qué expulsamos a sus diplomáticos?”, cuestionó en el pasado el exasesor. Sin embargo, la decisión de Trump se llevó a cabo en protesta por la falta de protección del gobierno comunista a los estadounidenses que trabajan en la isla, ya que el de acuerdo a la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas, La Habana es responsable de la seguridad de los diplomáticos extranjeros.

Las declaraciones de Rhodes se produjo pocos días después de que el senador republicano Jeff Flake, que también promueve el acercamiento bilateral con Cuba, afirmara que no hay pruebas de que los síntomas de los diplomáticos sufrieran un “ataque deliberado por parte de alguien”.

Flake asegura que él mismo ha visto los informes clasificados de los funcionarios estadounidenses, y que no hay motivos para pensar que “alguien trató intencionalmente de hacer mal a alguien”.

El propio gobierno canadiense señaló que sus diplomáticos así como los estadounidenses, pudieron no ser víctimas de ningún ataque y señaló que los síntomas presentados pudieron causarse por “estrés extremo” o “por el miedo a ser objetivo de un ataque”.

Sin embargo, el senador republicano, Marco Rubio, ha señalado que no es posible conducir cinco casos de canadienses y 24 de estadounidenses por separados habiendo sufrido todos síntomas similares y siendo afectado solamente personal de Gobierno y sus familias, mientras desempeñaban funciones en La Habana.

Es necesario recordar que hasta ahora, las víctimas han afirmado haber escuchado ruidos fuertes antes de haber empezado a presentar síntomas como: mareos, dolores de cabeza, fatiga, trastornos cognitivos, a además de la pérdida de audición que en algunos de los casos ha sido de manera permanente.

Por su parte, el gobierno estadounidense asegura que el régimen cubano tiene respuestas de los misteriosos ataques a diplomáticos y que las ha mantenido ocultas.

“El Gobierno de Cuba tiene la respuesta a esto y deberían estar haciendo más para ayudarnos a resolverlo. El Gobierno de Cuba sabe lo que pasó, así que nos gustaría que nos lo contara y que no volviera a ocurrir”, dijo el subsecretario de Estado para Diplomacia Pública y Asuntos Públicos, Steve Goldstein.

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