Un reportaje realizado por el medio El Nuevo Herald señala que durante el tiempo en que se ha desarrollado la implementación del Acuerdo entre Santos y las FARC, este ha sufrido fuertes críticas y retrasos que justifican tales señalamientos.

El presidente Juan Manuel Santos, en algún momento señalo “Es mejor una paz imperfecta que una guerra perfecta”, seis meses después las declaraciones del mandatario parecen ser un presagio de lo que iba a ocurrir.

El texto señala que:

“La siembra de la coca se agiganta, los asesinatos planeados aumentan, la paz está siendo cuestionada en los tribunales y nuevos grupos armados se apresuran a llenar el vacío dejado por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)”.

Además señala que los planes de paz establecidos con tanto cuidado parecen estar derrumbándose.

Dice que la prorroga establecida por Santos de 20 días adicionales para la entrega de armas se debió no a la falta de voluntad, sino a que los contenedores donde se supone que las FARC deben almacenar las armas aún no se encuentra en su lugar.

Al parecer el Gobierno Nacional no ha cumplido con la elaboración de albergues que estaba para fecha de 30 de abril. En la zona veredal Antonio Nariño, a unas horas del sur de la capital, se encuentran 300 hombres de las FARC viviendo en pésimas condiciones.

“Los exguerrilleros estaban durmiendo en tiendas de campaña improvisadas en una loma fangosa, usando letrinas y bebiendo agua del río sin purificar, o sea, lo que siempre habían hecho antes.”

Gregory Morales, veterano combatiente, indica que “Estamos tratando de mantenernos positivos, no queremos pensar que estas demoras se hayan hecho de mala fe para tratar de desmoralizarnos, aun cuando es perfectamente probable que sea eso lo que ellos están haciendo”.

Apunta el texto que implementar un “Acuerdo de paz” de la noche a la mañana no es fácil debido a las condiciones del conflicto, sumado a esto las condiciones que llevaron al derramamiento de sangre por más de 50 años como el poco interés hacia zonas rurales y la falta de presencia gubernamental.

Rafael Pardo, alto consejo para el pos-conflicto, admitió que obstáculos en la implementación del Acuerdo han generado dudas.

Pardo dijo que toda una serie de problemas han causado demora -lluvias, cambio fiscal, entre otros- “le han hecho mucho daño […] a toda la confianza en el proceso [de paz]… Hemos tenido mil problemas que no son excusables en ningún sentido”.

Resalta el escrito que a pesar de las demoras la guerrilla imparte tranquilidad, sin embargo, manifiestan que le preocupan otros problemas.

Es así como el Defensor del Pueblo, Carlos Alfonso Negret, reportó que del primero de enero de 2016 a 1 de marzo de 2017 habían sido ejecutados 156 líderes comunitarios y activistas en defensa de los derechos humanos, algunos muertos son familiares de miembros de las FARC y de personas que se consideran alineadas políticamente al grupo guerrillero.

FUENTE: PAN AM