El presidente Juan Manuel Santos fue denunciado, entre otras cosas, por supuestamente no respetar los resultados del plebiscito del 2 de octubre. SIG

Por haber sido elegido con las banderas de la seguridad democrática que heredó del expresidente Álvaro Uribe y no mantenerlas izadas, y por firmar un acuerdo de paz con las Farc desconociendo la derrota del plebiscito del 2 de octubre, entre otros episodios, militantes conservadores y políticos uribistas consideran que el presidente Juan Manuel Santos debe ser declarado indigno del cargo.

Por eso, a mediados del año pasado Enrique Gómez (hermano de Álvaro Gómez), Mariano Ospina (hijo del ex presidente Ospina), Ignacio Valencia (hijo del expresidente Guillermo León Valencia) y el congresista uribista, Samuel Hoyos, instauraron una denuncia el año pasado en contra del primer mandatario, ante la Comisión de Acusación de la Cámara, para evitar que Santos siga ejerciendo la primera magistratura del Estado.

Este martes, precisamente, la célula investigativa del Congreso los citó de nuevo para escuchar la ampliación de su denuncia pues, según indicaron, tienen nuevas pruebas y testimonios que deben ser escuchados. “Otro asunto a considerar es que la indebida intromisión del régimen castrista de Venezuela y Cuba es una violación a nuestra soberanía que ha permitido Santos, buscando sus intereses personales”, advirtió el representante del Centro Democrático, Samuel Hoyos.

Sin embargo, la de este miércoles no parece ser otra cosa que una cita de rutina. Para nadie es un secreto que la Comisión de Acusación de la Cámara ha sido denominada como una de absoluciones por el casi nulo número de casos con los que avanza. El más reciente –e histórico- fue el que terminó con la acusación en el Senado en contra del exmagistrado de la Corte Constitucional, Jorge Ignacio Pretelt Chaljub.