Un particular silencio se percibe hoy por parte de la izquierda “democrática” de este país, tras el anuncio del Fiscal General de la Nación, Nestor Humberto Martínez, de abrirle investigación e imputarle cargos al Gobernador de Nariño, Camilo Romero.

Romero, que llegó a este puesto gracias al apoyo del Partido Verde y de Políticos como Antonio Navarro Wolf y Claudia López, tendrá que enfrentar cinco cargos distintos, todos relacionados con corrupción y clientelismo.

La senadora López, conocida por creerse con el derecho a gritar y acusar de corrupto y delincuente a todo el que piense diferente a ella, ahora guarda silencio y agacha la cabeza, además de lo recientemente conocido en contra del gobernador Romero, están los problemas legales de su compañero de equipo por la Presidencia de Colombia, Sergio Fajardo, por hechos ocurridos durante su gobernación en Antioquia.

La izquierda colombiana es experta graduando de corruptos a todos los líderes de derecha del país y el mundo, pero sí que saben hacerse los locos cuando los responsables de este tipo de delitos son cometidos por ellos mismos.