Esta semana una propuesta del Alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, causó polémica. Dicha propuesta consiste en ofrecerle bazuco de forma gratuita a todos los adictos y habitantes de calle que se acerquen a albergues y expendios por su dosis personal. Si, no hablamos de marihuana ni alcohol, es de bazuco, una de las drogas pesadas más adictivas y dañinas de todas.

Pues según información proveniente del gobierno nacional, esta idea que viene directamente del secretario de seguridad de la alcaldía, Daniel Mejía, lo que buscaría es legalizar el negocio de las drogas que tienen las Farc en Colombia.


Ante la creciente presión de los Estados Unidos por el incremento de los cultivos de coca en el país, y las consecuentes dificultades que tendrán las Farc para financiar su activismo político, la solución propuesta por Peñalosa para garantizarles ingresos seguros y “legales”, sería la de entregarles el control de la producción, distribución y expendio del bazuco en las ciudades capitales de Colombia.

Es decir, ante la imposibilidad de seguir traficando con droga al exterior, la Alcaldía de Bogotá le propone al Gobierno Nacional entregarle el control del microtráfico en el país a las Farc bajo la apariencia de un supuesto programa de resocialización y recuperación de adictos y habitantes de calle.

Hasta ahora ningún partido cercano al gobierno se ha pronunciado sobre esta medida y por eso el debate no se ha encendido en el país. Tampoco lo han hecho los de izquierda que buscan a como dé lugar mantener el poder económico de las Farc y su capacidad coercitiva en el país. Esperemos que para los grandes medios de comunicación el tema no pase desapercibido y logren poner en la palestra pública dicha problemática que a largo plazo, puede convertir al cartel de droga más grande del mundo en el cartel de microtráfico más grande de la historia.