A cuatro meses de la primera vuelta en las elecciones presidenciales de 2018, sin claridad en las alianzas ni el fragor que se espera en el momento de los debates públicos, ya empieza a advertirse que la contienda irá más allá de la confrontación de ideas. La prueba es una documentación que ha comenzado a circular que muestra que el candidato que puntea en los sondeos electorales, Sergio Fajardo, como integrante de una sociedad familiar, hace 39 años vendió un predio a Victoria Eugenia Henao Vallejo, esposa de Pablo Escobar Gaviria.

La documentación, desempolvada 39 años después y en plena campaña electoral, indica que ese negocio se protocolizó en la Notaría Primera de Envigado (Antioquia), el 27 de febrero de 1979. La sociedad Inversiones Fajardo Valderrama y Compañía le vendió a Victoria Henao de Escobar un lote de terreno en el sector de El Poblado, junto a su casa de habitación, por valor de $4 millones. La firma vendedora había sido constituida tres años antes, el 25 de agosto de 1976, con un capital inicial de $200.000 y la participación de los padres y hermanos del hoy candidato presidencial. Sergio Fajardo quedó registrado como socio, con el 14 %.

Al hacerle seguimiento al historial del bien en cuestión en la Oficina de Instrumentos Públicos de Medellín, se advierte que hasta diciembre de 1972 perteneció a la firma Inversiones Sonora Ltda., que se lo vendió a Raúl Fajardo Moreno, y éste lo hizo a Inversiones Fajardo Valderrama y Compañía cuatro años después, en enero de 1976. A partir de febrero de 1979 pasó a ser propiedad de Victoria Henao, y desde 1998 aparecen anotaciones de embargo por parte de la Fiscalía. Sin embargo, en la actualidad, la titular de los derechos de dominio sigue siendo la esposa de Pablo Escobar.

Eso es lo que se lee en términos generales en la documentación oficial. No obstante, para evaluar responsabilidades es preciso acudir al contexto histórico. Aunque la primera reseña de Pablo Escobar Gaviria por narcotráfico data de junio de 1976, cuando fue capturado en Itagüí con cinco personas más, entre ellas su primo y socio Gustavo Gaviria Rivero y su cuñado Mario Henao Vallejo, para 1979, año en que se dio la transacción entre Inversiones Fajardo Valderrama y Victoria Henao, la situación jurídica del capo era muy distinta.

En ese momento, Escobar Gaviria fungía como un acaudalado empresario de Medellín, su emporio de la hacienda Nápoles en Doradal (Antioquia) se desarrollaba de manera exitosa y le daba forma a su movimiento cívico Medellín sin Tugurios. Apenas fue en 1982 que accedió al Congreso en calidad de representante a la Cámara suplente. Un año después, en agosto de 1983, fue cuando el entonces ministro de Justicia, Rodrigo Lara Bonilla, lo encaró públicamente, dando lugar a la crisis que derivó en la guerra narcoterrorista a partir del asesinato de Lara en abril de 1984.

En medio de esta evolución, debe añadirse que las andanzas criminales de Pablo Escobar se ratificaron a partir de una publicación de El Espectador en agosto de 1983, con la reproducción facsimilar de la noticia de su captura en 1976. Sólo a partir de entonces se supo que el capo concretó el asesinato de los agentes del DAS que lo habían capturado y que el expediente había sido hurtado. En otras palabras, en la perspectiva de la presunción de legalidad, cuando se formalizó el negocio entre Inversiones Fajardo Valderrama y Victoria Henao en 1979, Pablo Escobar no era perseguido por la justicia.

Un aspecto más. Según consta en la tarjeta de la Registraduría Nacional, Victoria Eugenia Henao de Escobar nació el 3 de septiembre de 1960 en Palmira (Valle). Es decir, que para febrero de 1979, cuando cerró el negocio aludido, apenas tenía 18 años y llevaba un mes de expedida su cédula de ciudadanía. En dicho documento ya aparece como esposa de Escobar, pues contrajo matrimonio con él en marzo de 1976. Hoy se deduce que seguramente desde 1979, sabedor de sus acciones, muchos de los negocios de Escobar fueron protocolizados por su esposa.

Y si de Pablo Escobar en 1979 escasamente se sabía que se proyectaba como un mecenas rodeado de políticos o empresarios, y que también era promotor de canchas de fútbol en barrios populares de la capital antioqueña, mucho menos se tenía sospecha sobre su esposa, la joven de 18 años llamada Victoria Eugenia Henao. Además, a partir de ese año, la sociedad Inversiones Fajardo Valderrama no volvió a saber del bien, como se puede acreditar en las anotaciones del certificado de tradición y libertad del inmueble situado en el sector de El Poblado, entre Envigado y Medellín.

En cuanto al recorrido del predio a partir de 1979, si bien las anotaciones de embargo se empiezan a configurar desde 1998, existe un documento adicional que demuestra insuficiente actuar del Estado para su extinción de dominio. En concreto, el 15 de febrero de 2004, el fiscal 13 especializado de Medellín, Fabio Augusto Ramos, lo incluyó en una solicitud a la Oficina de Registro de Instrumentos Públicos de la ciudad, para que se insistiera en la medida cautelar de embargo, secuestro y suspensión del poder dispositivo del bien situado en la urbanización El Diamante.

Un año después, en marzo de 2005, el mismo fiscal Ramos volvió a requerir la medida del embargo, secuestro y suspensión del poder dispositivo del bien, y le hizo saber a la Oficina de Registro de Instrumentos Públicos que de persistirse en la negativa, se iba a ordenar la compulsa de copias ante la Superintendencia de Notariado y Registro por posibles faltas disciplinarias y desacato a una orden judicial. Hoy, en el certificado oficial, con las anotaciones de valorización y cambios catastrales, el inmueble sigue apareciendo a nombre del Victoria Eugenia Henao.

En cuanto a la sociedad Inversiones Fajardo Valderrama, constituida en agosto de 1976 para la prestación de servicios relacionados con diseño, construcción o adquisición de inmuebles urbanos o rurales para su aprovechamiento económico, a partir de entonces sólo tuvo dos pasos fundamentales. En octubre de 2009 se transformó en una sociedad por acciones simplificadas (SAS), y hace un año, en enero de 2017, la asamblea de accionistas aprobó su disolución definitiva. En la actualidad está en proceso de liquidación y Rodrigo Fajardo Valderrama es su liquidador principal.

Consultado el candidato Sergio Fajardo sobre esta documentación, manifestó que cuando se realizó el negocio entre Inversiones Fajardo Valderrama y Victoria Henao él tenía 22 años, llevaba cinco fuera de Medellín y estudiaba una maestría en la Universidad de los Andes en Bogotá. Sobre la transacción manifestó que su padre puso un aviso en el periódico para buscarle comprador a ese bien, una comisionista lo leyó, lo contactó y llevó a los compradores a conocer la casa. Luego se hizo la venta de manera legal y nunca se volvió a tener relación alguna con la compradora.

Fajardo agregó que su padre, como casi todo el mundo en ese momento, no sabía que la señora Henao era la esposa de un mafioso y tampoco se conocía de las andanzas de Pablo Escobar. Únicamente se supo que era narcotraficante por una investigación liderada por Guillermo Cano en El Espectador en 1983. Raúl Fajardo, su padre, creó esa empresa para apalancar el futuro de sus hijos y por eso los incluyó, aunque él la administraba. “Mi padre ya murió. Luego de que a los años se supo que Escobar era un delincuente, hablamos de eso. A mi papá siempre lo mortificó haber hecho ese negocio”, puntualizó.

Fuente: Elespectador.com