El pasado domingo 4 de febrero se llevó a cabo en Ecuador la consulta popular y el referéndum impulsado por el presidente Lenín Moreno.

El “sí” superó al “no” promovido por el expresidente Rafael Correa con un promedio de 68 % en las siete preguntas (resultado con el 70 % de las actas escrutadas).

Sin embargo, el panorama político en Ecuador no parece ser más sencillo ahora. Muchos son los que hablan de una victoria de parte de Lenín Moreno y unos lapidarios resultados para Correa, pero realmente ¿qué significan estos resultados para la política en Ecuador?

A pesar de que la consulta y el referéndum tenía siete preguntas con aparentes claros objetivos; expertos como el analista político Oswaldo Toscano y el profesor de la universidad San Francisco de Quito, Luis Espinoza, coinciden en que el objetivo de la consulta va más allá de una posible mejora en la Constitución y en las leyes ecuatorianas.

Para ambos este proceso electoral lo que buscaba era legitimar como líder a Lenín Moreno y aplastar al correísmo.

Tanto Toscano como Espinoza dejaron claro a PanAm Post que las preguntas están redactadas de un modo capcioso para que la población ecuatoriana no pudiera negarse a ellas, pero con un trasfondo político.

“Hay que distinguir dos cosas: las respuesta a las preguntas que se nos hizo y luego la respuesta a las preguntas que no se nos hizo. La pregunta que no se nos hizo pero que se repitió cuatro veces fue: ¿rechaza usted al correísmo?; el contenido de cada pregunta era distinto pero el análisis se trató de las respuestas hacia Correa y no de lo que realmente se estaba preguntando” señaló Espinoza.

Ambos expertos concuerdan en que, aunque ciertamente, triunfó el sí, el resultado obtenido del no fue bastante alto para haber sido apoyado solamente por Correa.

Es necesario recordar que mientras el “no” solo fue impulsado por el exmandatario, el “sí” en las elecciones era impulsado por el oficialismo, partidos de izquierda, centroizquierda y hasta de centroderecha, por lo que cabe preguntarse si la consulta realmente aplastó políticamente a Rafael Correa, o si por el contrario, demostró que sigue manteniendo una fortaleza política que es capaz de combatir contra el resto del país.

El profesor Luis Espinoza piensa que sí, “Correa ha quedado enterrado políticamente” aunque reconoce que su resultado es bastante bueno y la victoria de Moreno es bastante escasa.

Sin embargo, el libertario Oswaldo Toscano opina que los resultados no son tan optimistas. A su juicio, Lenín Moreno consiguió aprovechar esta “consulta mañosa” para dividir el poder entre Correa y él, y el resto de los políticos “cayeron en su juego”.

La Consulta no solo permitió que Moreno se ubicara como un claro líder en el país con el apoyo de casi todos los demás partidos políticos; sino que además legitimó a Rafael Correa principal opositor.

Toscano explicó que Rafael Correa llegó al país sin los recursos del Estado, sin la estructura de su partido político que, además, ha sido una imagen de corrupción generalizada y sin embargo, consiguió obtener más de un 30 % en el proceso electoral, lo que “lo ubica como el único y verdadero opositor validado en las urnas”.

“Lo que tiene Ecuador ahora es el oficialismo y la oposición, ambos de parte del socialismo del siglo XXI. Un socialismo “blando” (de Lenín Moreno) y otro “duro (de Rafael Correa)”.

Toscano asegura que contrario a lo que afirman todos los políticos y medios, este proceso acaba de fortalecer al correísmo que había sido debilitado por Moreno, lo que representa un retroceso político en el país porque ahora, “Correa va a armar otro partido político opositor a Moreno para mantenerse como líder” y Guillermo Lasso queda de lado.

“Aquí no existe una opción política liberal y lo único que puede oponerse al socialismo del siglo XXI es el liberalismo”, aseveró el analista político Oswaldo Toscano .

Ni Oswaldo Toscano ni Luis Espinoza confían en que esta consulta realmente signifique una victoria para los ecuatorianos, la victoria parece quedar solo en el liderazgo político de Ecuador.

Fuente Panampost