El domingo Guatemala fue testigo del fenómeno llamado Pablo Escobar. Juan Pablo Escobar, hijo del famoso narcotraficante, presentó su libro “In Franganti” en la Feria Internacional del Libro de Guatemala. En un país donde no se lee, cientos de personas llegaron a escuchar a Juan Pablo y de cierta manera acercarse a la leyenda que es su papá.

En su mayoría jóvenes, el publicó se arremolinó en la entrada de la conferencia; todos querían escucharlo y tomarle fotos. Llegó un momento de tanta ansiedad que asistentes sintieron que el moderador del panel tomaba demasiado el micrófono y a gritos le recordaron que a quien habían venido a ver era a Escobar, así que por favor lo dejaran hablar.

Yo veía fascinada el furor que causa Juan Pablo, pero me preguntaba cuántas de estas personas estaban allí por las narconovelas y cuántas por leer los libros de Escobar o relativos a ese tema.

Glorificación del narcotraficante

Escobar hijo considera que las narconovelas han ayudado a que la figura de su padre se convierta en un mito que marca la vida de personas que ni habían nacido cuando él murió. Pero que en cosa negativa, no cuentan a cabalidad cómo ocurrió la vida y muerte de su padre, además de dejar fuera o minimizar elementos que a su juicio son claves para entender esos años de Colombia, tal como la influencia del dinero narco en campañas presidenciales.

Las series de televisión, Narcos de Netflix y las narconovelas (El Patrón del Mal, La Reina del Sur, El Cartel de los Sapos, El Señor de los Cielos, Las Muñecas de la Mafia, entre otras) presentan a la figura del narcotraficante como un todo poderoso, que vive rodeado de lujos. Como una especie de rey que manda sobre el destino de muchas personas

En parte así es, pero como Escobar hijo hizo énfasis en su charla; esta es una figura incompleta y sobredimensionada. Juan Pablo contó con preocupación sobre la cantidad de mensajes que recibe en las redes sociales, sobre todo de hombres jóvenes que expresan su deseo de convertirse en una figura como la de su padre.

Juan Pablo hace énfasis que esa no es una buena aspiración y que todos esos programas de televisión solo dan una visión irreal de lo que se vive al crecer rodeado de ese ambiente. Y dio un ejemplo, según él, su padre solo gozó de su fortuna entre 1980 a 1984, ya que entre más lo perseguían, más precarios se hacían sus escondites.

La realidad de Latinoamérica

En su charla Juan Pablo Escobar hablaba mucho sobre la paz, una paz que debe de ser la meta de los países y de cada una de las personas en su interior. Y que en cambio, la región está azotada por violencia.

Esa violencia en parte es gracias al narcotráfico. En su charla Escobar resaltó la necesidad de “regularizar” las drogas para poder tener paz, que el tema de las drogas no se vea como una guerra, sino como un problema de salud pública. Tanto en América Latina, como los Estados Unidos, que es el mayor consumidor de drogas.

Una de las razones por las que las narconovelas tienen tanto éxito es que reflejan una realidad compartida por muchos países: México, Guatemala, El Salvador, Honduras, Colombia, ciertas parte de Perú, Bolivia y Argentina.

Todos hemos sido marcados por la violencia, tanto que parece ser el lenguaje universal en Latinoamérica. Una vez en un vuelo me encontré a un simpático colombiano que se dedicaba a promover el turismo de su país en la región. Mientras aterrizaba el avión me preguntó si mi país (El Salvador) era seguro.

Mi respuesta automática era decirle que no, pero tampoco quería hacerle una injusticia a mi país y asegurar que todo el territorio es peligroso, así que se lo traduje a su idioma:

– “Mmmmm, yo diría es como Medellín y Cali en finales de los ochentas y principios de los noventas”.
– “Ah, ya, ok. Entonces, ¿y no tiene que saber por dónde andar y dónde no andar para evitar estar en un mal lugar en un momento equivocado?”
– “Exacto”.

La violencia de las drogas ha marcado a la mayor parte de los habitantes de Latinoamérica. Mi duda es: ¿qué se necesita para que el enfoque de las drogas cambie? ¿Qué debe de pasar para que los Gobiernos, especialmente el de Estados Unidos, vea que la guerra de las drogas es una guerra sin razón de ser?

FUENTE: PAN AM