La situación de la refinería de Barrancabermeja es crítica, el gobierno nacional en cabeza del presidente de la república, incumple promesas y a Ecopetrol parece no interesarle salvarla.

La historia es la siguiente. La refinería de Barrancabermeja está cerca de cumplir 100 años,  ha sido la más importante del país todo ese tiempo, entre otras cosas, fundamental para el desarrollo del departamento de Santander y para muchos de los proyectos de infraestructura más importantes de Colombia. Pero hoy, tras décadas de trabajo, está cerca de quedar obsoleta y su chatarrización sería inminente.

De la refinería dependen directamente el 75% de los habitantes de Barrancabermeja y miles de familias más en toda la región. Hoy las cifras de desempleo en el puerto petrolero son alarmantes, rondan el 23%; más del doble que en el resto del país, y al gobierno nacional parece no importarle nada de esto.

En días pasados el alcalde de la ciudad, Darío Echeverri, le solicitó al presidente de la república que interviniera para no dejar morir la refinería y que Ecopetrol y la Nación financiaran su necesaria modernización. Santos a su vez, se comprometió con esta causa y afirmó que así se haría. Días después y tras no ver avances en dicha promesa, el alcalde se reunió con el presidente de Ecopetrol, Juan Carlos Echeverry para tratar el tema, quien por su parte le manifestó que no había ningún proyecto ni intención alguna para intervenir la refinería. Que tal vez para el año 2020 esto podría estarse llevando a cabo.

Aparte de lo que perjudicaría a Barrancabermeja y a la región no salvar está planta, el detrimento patrimonial para el país sería enorme. Si bien los precios del petróleo hoy no son los mejores, este tipo de mercados han demostrado siempre ser de ciclos, y que cuando bajan, es porque tarde o temprano van a volver a subir. Sería lamentable para Colombia no estar preparados para cuando la bonanza petrolera se active de nuevo. Esto, sin contar que aún con el difícil momento que vive el sector de los hidrocarburos en el país y el mundo, la refinería de Barrancabermeja hoy es absolutamente rentable y con cero índices de corrupción. Todo lo contrario a lo que ha pasado en los últimos años con la de Cartagena, «Reficar».

El tema es de urgencia, esperar hasta el 2020 para intervenir sería dejar morir lo que hoy se tiene, y los sobrecostos serían billonarios. Es entendible que la situación del país y de este sector económico no es la mejor, pero sin duda es una apuesta necesaria que se tiene que hacer para el futuro de la región y de Colombia.