El futbolista fue víctima de turba feminista y moralista que escoge su presa para devorarla mediáticamente, como mecanismo intimidador, de presión, para imponer su ideología fanática y perturbadora, de doble rasero, de doble moral…

Soy hincha del fútbol desde que tengo conciencia y memoria. Acudo al estadio Alfonso López de la ciudad de Bucaramanga o al estadio donde juegue el equipo de mis amores, de mis pasiones: el Atlético Bucaramanga. Confieso que en los estadios, especialmente cuando juega mi equipo, me desinhibo.

Pablo Armero, es un talentoso y alegre jugador de fútbol, nacido en Tumaco (Nariño); en esta ciudad del litoral pacífico se concentra todos los males y problemas que padece Colombia. Si Armero, no hubiera nacido para el mundo del fútbol, tal vez su destino y vida sería una más en el anonimato de dificultades que padece la comunidad afrodescendiente.

Pablo Amero, al igual que varios jugadores de fútbol no tienen vida privada ejemplar, por el contrario, la fama, el dinero, la presión mediática a la cual están sometidos los “ídolos del fútbol” perturba el comportamiento que fácilmente se altera con exceso de licor, sustancias psicoactivas o la desenfrenada ostentación que liberan a través de los juegos de azar, vestir y forma de vivir.

El 31 De Mayo del 2016, Pablo Armero, agredió a su cónyuge María Elena Bazán, en un hotel de Miami; el escándalo generado desde el interior de la habitación provocó el llamado de urgencia del administrador del hotel a la policía que acudió de inmediato al lugar para proceder al arresto del jugador por violencia doméstica. Días después se conoció que su esposa lo perdonó y que seguiría su vida junto a Pablo Armero. 

La Selección Colombiana de Fútbol no pasa por el mejor momento en lo futbolístico y en lo numérico, por el contrario la clasificación al Mundial de Rusia esta envolatada y en la mejor de las suertes clasificaremos en el repechaje. El Profesor Pekerman, consiente de la situación no dudo en volver a convocar para el partido contra Bolivia al lateral que le dio y nos dio gloria en el último Mundial de Brasil, Pablo Armero.

Un día antes del partido o tal vez dos días antes -no lo sé, no me importa, nunca la escucho, ni la veo-, la presentadora Andrea Guerrero, en un programa de farándula del futbol, arremetió contra el Profesor Pekerman, por considerar que la  convocatoria de Pablo Armero a la selección de futbol era indigna: “Yo me siento indignada por la convocatoria de Pablo Armero, como si no importara el maltrato a una mujer. El técnico no le dio importancia a este caso y fue como tirar un papel a la basura”.

La “sentencia” de la farandulera Andrea Guerrero, fue gasolina para que prendieran motores las turbas feministas, moralistas y los mediáticos “indignados”. De inmediato la logia feminista reactivo su carnicería y aspaviento medieval para juzgar y sentenciar a la hoguera el comportamiento de un hecho censurable, claro que sí, pero perdonado por la víctima.

Creo que Andrea Guerrero, y la turba feminista y moralista debe entender y quedarle claro de una vez y por siempre que la Selección Colombia de Fútbol es la selección de los mejores jugadores de “fútbol” según la discrecionalidad del profesor Pekerman: esta no es la selección de ética o la selección de la moral pública o privada de Colombia, ni tampoco es la selección de los colombianos ejemplares y honorables, ¡No!

La selección Colombia de fútbol, el profesor Pekerman, y la Federación Colombiana de Fútbol solo tienen una obligación, ganar partidos y clasificarnos al Mundial de Rusia, nada más. En el fútbol no existen requisitos judiciales o de conducta, ni títulos, ni nada de esa parafernalia que adorna a los honorables o a los faranduleros que hoy exigen con rigurosidad la logia feminista.

El fútbol al igual que la música son los medios universales para unir a la humanidad, en el fútbol no hay espacio para debates o juicios de esos que abundan en la vida cotidiana, el fútbol es un antídoto contra el veneno que destilan los periodistas como Andrea Guerrero. Quienes somos hinchas del fútbol solo nos interesa lo que rodea el mundo del futbol: el equipo, las barras, los resultados, los programas periodísticos, el canto o el llanto que hace brotar el fútbol.

A joder a otra parte…

@LaureanoTirado