Luego de un día entero sin noticias de la artista Ana Olema, esta pudo emitir un video en vivo notificando que desapareció con un fin claro: entregar una demanda contra el Estado cubano por la expropiación de su cuerpo y el de todos los cubanos ante la Fiscalía.
La noche del miércoles 9 de mayo la casa de su familia permaneció sitiada por la Seguridad del Estado, por lo cual no era seguro que volviera a dicho lugar y permaneció incomunicada para evitar ser rastreada y cumplir con su misión. Ahora, sabemos que está a salvo, pero no hasta cuándo, al estar en Cuba está bajo jurisdicción de los Castro.
Es necesario aclarar que en Cuba no hay división de poderes. Las tres ramas, ejecutivo, legislativo y judicial, sirven al partido de Gobierno, el único permitido en la isla. Por ello, la acción de Olema, de denunciar ante la Fiscalía, ente que debería proteger los derechos de los ciudadanos, pero que, en su lugar, protege la estabilidad del régimen, fue revolucionaria. Aunque en términos de los Castro sería contrarrevolucionaria, pues así tipifican a toda acción contra el régimen.
“Lo más seguro es que si no la detienen caminando por la calle hoy la van a esperar en el aeropuerto y la van a amenazar como mínimo”, nos indica su novio, el productor artístico Diddier Santos Moleiro, empujado al exilio luego que le seguridad del Estado le arrestó por haber protestado contra la expropiación del Festival Rotilla de arte experimental, del cual formaba parte.
Desde que Ana reapareció, nos explica que ha evitado salir a la calle, precisamente para evitar acciones contra su persona, pues la escena final de su obra “Expropiada” incluía llevar la demanda contra el Estado cubano que expuso en la Bienal 00 a la Fiscalía General de la Nación, una acción sin precedente histórico que puede incomodar al régimen.
La parte estética estuvo a cargo de la diseñadora y socia de Olema, Annelys Casanova, también exiliada, quien armó los planos de lo que sería el monumento a la persona (o libertad individual). Está representado por un grillete de cuello, propio de un esclavo, que ha sido liberado.
La ubicación del monumento, según las exigencias de la demanda, pretende ser junto al Parlamento cubano, precisamente para destacar la importancia que los derechos de los cubanos se establezcan como individuales y de ese modo impedir ser descartables colectivamente como ha pasado durante el régimen de los Castro.
El contexto legal de la demanda fue asesorado por la abogada exiliada Laritza Diversent, del grupo Cubalex, al igual que el proceso que debía seguir la artista, quien llevó su obra frente al espacio artístico primero como puesta en escena y como acción civil y luego, como escena final, la convirtió en una acción legal.
En la demanda plantea que su cuerpo ha sido expropiado desde la temprana edad de 5 años, cuando el Estado le negó a sus padres la oportunidad de elegir la educación de su hija, al ser la educación estatal la única alternativa.
Todavía en primaria, como el resto de los cubanos, ya debía enlistarse como pionera y jurar ser como el Che Guevara, un guerrillero que declaró criminal pensar como individuo y como tal condenó a 1.118 cubanos a fusilamientos, cifra que aparece en la demanda en conjunto con las muertes directas comprobadas que él ejecutó .
Como se puede observar, la demanda fue recibida por la Fiscalía y ya tiene número de expediente, fecha y hora de recibo, al igual que el nombre de la demandante, Ana Olema Hernández Matamoros.
En vista que los agentes de la Seguridad del Estado no han declarado los motivos por los cuales sitiaron la casa de la familia de Ana, su novio explica que hasta ahora en teoría se presume que fue para impedir que pudiera llevar su obra a conclusión, lo que incluía tanto la presentación de la demanda como la publicación del recibo.
Sin embargo, gracias a que logró ocultarse, pudo presentar la demanda y por ahora se mantiene a resguardo para evitar represalias.
Además, la artista presentó la obra “Un día para Cuba” donde recoge incontables testimonios de un minuto de lo quisieran los cubanos que cambie en la isla, de modo que compromete al partido y, por tanto, a la revolución que se alimenta de la propaganda que emite.
Ahora Ana Olema permanece escondida para evitar cualquier acción en su contra. Mientras tanto, persisten campañas de solidaridad a su favor.
Por su seguridad, no indicaremos cuándo se irá de Cuba, de vuelta al exilio, pero seguiremos informando paso a paso cualquier novedad que surja respecto a cómo y cuánto su obra artística llevada ante la justicia genera repercusiones.
Fuente: Panampost
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