“Me vine sola por lo que está pasando (los conflictos), dejé a mis tres hijos con mi mamá y no puedo dormir porque no he encontrado trabajo. No sé qué hacer, sin trabajo y sin papeles es muy difícil”. EFE/Jorge Torres

La terrible masacre que ha azotado al pueblo de Nicaragua en estos últimos dos meses ha obligado a miles a huir de su país. Según informaron autoridades costarricenses solo este último mes se han recibido al menos 5.200 solicitudes de refugio y la mayoría son de nicaragüenses.

La cifra de solicitudes revela un aumento exponencial que oficiales atribuyen a la crisis sociopolítica que vive el país hermano; y es que anteriormente se recibían en promedio entre 60 y 120 peticiones de refugio al mes.

Por lo general, en la lista de solicitantes se encuentran venezolanos, salvadoreños, hondureños y guatemaltecos, pero ahora muchos nicaragüenses se han sumado a la solicitud en un intento por estar legal en Costa Rica.

“El aumento sigue manteniéndose (…) personas que desconocen sobre qué trata la condición de refugio y piensan que les puede dar un acceso a una regularización de su situación migratoria irregular”, manifestó el subdirector de Migración y Extranjería, Daguer Hernández, quien además señaló que tan solo un 20 % de las solicitudes suele corresponder a verdaderas personas en situación de persecución.

Aún así, diariamente cientos de nicaragüenses ven este proceso como una salida a los problemas que se viven en su país.

Abarrotan sede central de Migración y Extranjería en Costa Rica

La desesperación de los nicaragüenses puede percibirse con tal solo ir a la  sede central de la Dirección General de Migración y Extranjería en La Uruca, San José, donde cientos de personas hacen largas filas para asegurar su atención.

De acuerdo con el director interino de Migración de Costa Rica, los días lunes son los únicos en los que se otorgan citas y luego entre los otros días a la semana se divide la atención.

Los nicaragüenses han optado por esperar afuera de las oficinas sin importar si hace calor o llueve con tal de apartar una de las mil fichas que se entregan semanalmente.

En la fila se puede ver a personas con niños, abrigos, bolsos cargados de documentos y alimentos, y algunos hasta arman camas en la acera para comenzar con sus trámites.

“Hay que dormir aquí para lograr algo. Llegué desde el domingo en la mañana y vengo a que me ayuden porque en Nicaragua la cosa está muy difícil”, comentó al diario La Nación, Margarita Madrigal, una de las extranjeras que espera poder obtener refugio.

“Me vine sola por lo que está pasando (los conflictos), dejé a mis tres hijos con mi mamá y no puedo dormir porque no he encontrado trabajo. No sé qué hacer, sin trabajo y sin papeles es muy difícil”, agregó.

Como Margarita, son cientos los que mantienen la esperanza de legalizarse en Costa Rica; sin embargo, el director de Migración ha reiterado que en la mayoría de los casos la solicitud de refugio no regularizará la situación migratoria irregular.

“Vamos a conversar con la gente que nos viene a solicitar refugio. No tenemos solicitudes formales en la frontera, que sería lo normal ante una crisis”, adelantó Hernández tras señalar que en la fila de solicitud hay personas que ya tienen años en Costa Rica y esperan arreglar ahora su estatus migratorio.

“Dentro de la ley hay otras categorías migratorias (…) a las que puede acceder la gente que vive en Costa Rica para no saturar las solicitudes de refugio que efectivamente se están asignando”, indicó.

Al menos 285 fallecidos en protestas de Nicaragua

No resulta sorprendente que cada vez más nicaragüenses traten de huir de la terrible situación que atraviesa su país. La violencia por parte de las fuerzas de choque del Gobierno ha causado la muerte de al menos 285 personas, según datos de la  Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH).

La constante represión en contra de civiles ha dejado a más de 2.500 personas heridas y 156 se encuentran desaparecidas.

El país centroamericano ha dejado de ser seguro y la solución a la crisis no parece estar cercana. El régimen ha demostrado con sus actos y  en los distintos intentos de diálogo que está dispuesto a seguir masacrando a su pueblo con tal de mantenerse en el poder.

 



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