En el caso del intento de secuestro al diputado ecuatoriano Fernando Balda —que podría enviar tras las rejas al expresidente de ese país, Rafael Correa—, el interés del Gobierno ecuatoriano, y específicamente de Correa, no era privar de la libertad a Balda, porque si esto hubiese sido así para eso hay mecanismos de cooperación internacional, hay órdenes de la Interpol para proceder a la captura internacional si ese fuese el caso, a Fernando lo que querían era asesinarlo”.
Así lo dijo al PanAm Post el abogado colombiano Jaime Restrepo, presidente de la Asociación de Víctimas de la Guerrilla Terrorista (AVGT), quien estuvo presente en la reunión que participó Fernado Balda, el exagente de la Secretaria Nacional de Inteligencia (Senain) de Ecuador, Raúl Chicaiza, y el expresidente colombiano Álvaro Uribe Vélez, el 9 de mayo de 2012.
Correa está a punto de ir a prisión luego de no presentarse ante la Corte Nacional de Justicia en la ciudad de Quito. El exmandatario vive en Bélgica y acudió al llamado de la justicia en la embajada ecuatoriana de ese país. Sin embargo, la medida cautelar apuntaba a hacer la comparecencia en Quito para privarlo de su libertad mientras transcurre el proceso por el cual fue vinculado al intento de secuestro del exasambleísta Balda.
Correa ha reiterado que es inocente y que el caso es una persecución política en su contra.
AHORA| Debido a inasistencia del expresidente Rafael C., se declararon diligencias fallidas a las tomas de versiones, vía telemática desde el Consulado de Ecuador en Bruselas, Bélgica, previstas para las 8:00 y 12:00. pic.twitter.com/s9dq5L88Rz
— Fiscalía Ecuador (@FiscaliaEcuador) July 12, 2018
Con el Foro de Sao Paulo de por medio
Según Restrepo, el secuestro fue planeado por Correa y el Foro de Sao Paulo debido a la cercanía de Balda con el expresidente Uribe. Restrepo ratificó que el exagente ecuatoriano de inteligencia, Chicaiza, estuvo con otros infiltrados de las Fuerzas de Inteligencia de ese país en reuniones con el expresidente Uribe en el municipio de Rionegro, departamento de Antioquia, en el salón Guayacán del Hotel Las Lomas.
“Yo estuve en esa reunión a donde fue Chicaiza; luego, entonces, el interés del Gobierno ecuatoriano no era precisamente privar de la libertad por orden o mandato judicial a Fernando Balda, sino quitarle la vida por el peligro que representaban por sus nexos políticos con Uribe, por una orden dada no solo por Correa, sino además por las directriz del Foro de Sao Paulo y por el mismo (Hugo) Chávez, dada la cercanía ideológica con el Gobierno de Correa”.
Y agregó, “por eso la operación para secuestrar a Balda fue bautizada por el Senain como ‘Operación Guayacán’, porque nació a partir de la reunión del 9 de mayo de 2012 en el salón Guayacán de ese hotel”.
La “Operación Guayacán” sería una acción de contrainteligencia a las actividades que realizaba Chicaiza en Colombia, según lo dicho por autoridades ecuatorianas.
El revelador testimonio de Chicaiza
Chicaiza, quien aceptó su responsabilidad en la autoría del secuestro de Balda, fue el encargado de contratar en Colombia a las personas que secuestraron al político en 2012. Además, reveló, mediante un testimonio anticipado, los supuestos nexos que implican al expresidente Correa.
Según el exagente, Correa tuvo conocimiento del fallido secuestro de Fernando Balda en Bogotá “antes, durante y después” de los hechos, acaecidos en agosto de ese mismo año. Asimismo, aseguró que a través del entonces secretario de inteligencia Pablo Romero fue informado de toda la operación denominada “Balón” o “Wilson”, y que además se comunicó personalmente dos veces con el expresidente Correa vía telefónica.
En una de esas comunicaciones realizadas en agosto de 2012, Correa le dijo a través de Romero que tenía todo su apoyo.
“Compañero, el flaco ya sabe lo que tienes que hacer. Tienes el apoyo político, económico e institucional. ¡Manos a la obra!”, es la cita textual de las palabras de su comunicación con Correa entregadas por Chicaiza en su testimonio.
La segunda comunicación fue a mediados del mismo mes en la que hablaron sobre el fallido secuestro y de su situación. Explicó que se pagaron USD $28.000 en efectivo a integrantes de la Fuerza Pública colombiana para ejecutar el secuestro del exasambleista.
Chicaiza reveló que todo se inició en una reunión con el expresidente Álvaro Uribe. Balda -quien se presentó como empresario- le habría ofrecido a Chicaiza equipos de inteligencia y espionaje; desde ahí empezó a planearse la operación. De manera que este hizo llegar esta información a Pablo Romero, posterior a esto Romero le hizo conocer la información a Correa.
13) Además no ibas a dar la orden por escrito, porque fue un acto delincuencial, criminal, y los delincuentes hablan directamente entre los autores, tú a la misma altura de tus secuaces. @MashiRafael pic.twitter.com/5SAEkWNDlm
— FERNANDO BALDA (@fernandobalda) June 25, 2018
En este sentido, Chicaiza declaró que el expresidente Correa utilizó el alias de “Carlitos” en la “Operación Wilson”.
De seudónimos y alias … pic.twitter.com/oy9chNVfsA
— Lenín Moreno (@Lenin) July 10, 2018
Correa fue vinculado al intento de secuestro de Balda, caso que ya fue juzgado en Colombia cuando fue abordado en Bogotá el 13 de agosto de 2012 por cinco personas, cuatro hombres y una mujer, que presuntamente lo introdujeron con violencia en un vehículo.
Balda fue rescatado por la Policía colombiana gracias a la llamada de un taxista que presenció el hecho.
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