Honduras continúa a la espera de la declaratoria oficial por parte del Tribunal Supremo Electoral (TSE) que daría como ganador al actual presidente Juan Orlando Hernández quien se estaría reeligiendo por un segundo período. Sin embargo, su opositor, Salvador Nasralla, alega que en el proceso hubo fraude, pero sus alegaciones aún no son soportadas con pruebas.

Desde el pasado martes, el TSE dio por comenzado el período de impugnaciones en el cual los candidatos de todos los niveles electivos presentan sus quejas sustentadas con las copias certificadas de las actas que cada partido tiene en su poder, sin embargo, Nasralla no lo ha hecho a pesar de que además del ente electoral, organizaciones nacionales e internacionales como la Organización de Estados Americanos (OEA) se lo han solicitado y apoyado en que se revisen las 5.200 actas en las que él alega hay irregularidades.

Este período de impugnación concluye este viernes 8 de diciembre al filo de la media noche, es hasta ese momento según el debido proceso, en el que Nasralla podrá presentar sus pruebas para que el TSE haga lo pertinente al respecto, pero el representante de la izquierda cada vez da más excusas para no hacerlo como que ya no son las 5.200 actas mencionadas al inicio, sino que 10.000 y luego alegó que eran la totalidad de estas que pasan de las 18.000.

Ante esta situación, la OEA convocó tanto a Hernández como a Nasralla para firmar un segundo acuerdo, ya que el primero a pesar de que fue firmado por ambos, cuatro horas después el candidato del partido Alianza de Oposición retiró su firma del documento alegando que había sido una “trampa”.

En este nuevo acuerdo, se incluyen ocho puntos dentro de los cuales se retoman puntos solicitados por el mismo Nasralla como la revisión de las 5.200 actas, la revisión de la participación en la votación de tres departamentos, una prolongación en el período de impugnación.

Además, el acuerdo dedica dos puntos a los actos violentos registrados en recientes días en el país centroamericano en los cuales los candidatos se comprometen al apoyo de la judicialización de quienes hayan cometido actos destructivos y en otro se comprometen a condenar y pedir el cese de convocatorias a protestas, disturbios y actos vandálicos.

Estos dos puntos se refieren a los constantes llamados tanto de Nasralla como del expresidente y coordinador general del partido Alianza de Oposición a que sus simpatizantes realicen protestas con violencia. Dicho acuerdo solo cuenta con la firma del presidente Hernández, así como de Gonzalo Koncke, jefe de Gabinete del Secretario General.

En horas de la tarde de este miércoles, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, divulgó un comunicado del organismo continental respecto a la situación política que vive Honduras, en el mismo se condenan los actos de violencia registrados en el país mencionado, destaca las recomendaciones hechas por la Misión de Observadores Electorales (MOE).

Dentro de lo más llamativo es que la conclusión indica que en última instancia si el TSE no superara positivamente las solicitudes hechas por la OEA, se consideraría recomendar la realización de nuevos comicios con los parámetros necesarios para que haya certeza de los resultados.

Ante esta ida y regreso de comunicaciones por parte de la OEA, el magistrado presidente del TSE, David Matamoros Batson aseguró que la máxima autoridad electoral de Honduras no tenía inconveniente alguno en cumplir cada recomendación del organismo regional.

Batson indicó que algunas de las solicitudes de la OEA ya estaban a punto de concluirse, sin embargo, hizo un llamado más al candidato Salvador Nasralla para que se presente con las pruebas que dice tener sobre un presunto fraude para que ellos puedan tomar las medidas correspondientes.

Además el magistrado presidente recordó a la opinión pública que la misma OEA tiene en su poder las actas que ellos procesaron, y que pueden incluso realizar un conteo por su parte para verificar el resultado publicado, además indicó que el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP), también tiene estos documentos con los cuales realizó su propio escrutinio y se obtuvo los mismos resultados que los divulgados por el TSE.

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