La muerte de un universitario durante una protesta ha multiplicado las manifestaciones en contra del Gobierno de Bolivia. Este lunes 28 de mayo, miles de estudiantes salieron junto a varias asociaciones de derechos humanos y médicos, a exigir justicia por el fallecimiento del joven y a desmentir la versión del régimen de que la muerte fue causada por una canica disparada por otro manifestante.

La dirección de la Universidad Pública de El Alto (UPEA) mostró cuatro videos en el que se evidencia que la versión oficial del ministro  de Gobierno (Interior), Carlos Romero no concuerda con los hechos, porque a pesar de que no se observa el momento exacto del impacto de la canica, sí se ve al muchacho junto a otros compañeros enfrentándose a la Policía Boliviana.

El ejecutivo del sindicato médico de La Paz, Fernando Romero, también señaló que el incidente no ocurrió como quiere hacer creer la versión oficial,ya que después se demostró que la canica “venía de un rifle que usa el Ejército y la Policía para reprimir”.

“Este es un Gobierno criminal, un Gobierno dictador que está usando la represión de forma muy violenta, matando a jóvenes que piden por su universidad”, añadió.

Evo Morales trata de invertir papeles haciendose la víctima

Al presidente boliviano no le bastó con la versión que tenía del fallecimiento del joven universitario, sino que tras las acusaciones en su contra, el mandatario aseguró que en realidad lo ocurrido fue parte de una “conspiración conjunta” entre la oposición y el “imperio” para afectarlo.

Según el jefe de Estado, el líder de Unidad Nacional, Samuel Doria Medina; la alcaldesa alteña, Soledad Chapetón, del mismo partido, y el Encargado de EEUU en El Alto están “buscando muertos como sea” para luego acusarlo de asesino, movilizar a la gente y sacarlo de su Gobierno.

“¿Acaso no recuerdan el 2002? A mí me acusaron de asesino para expulsarme del Congreso y seguramente usando (la misma estrategia de acusación de) asesino quieren sacarnos del Gobierno, se repite la historia”, dijo.

Doria Medina responde:”no politice el tema ni se haga la víctima”

Luego de las acusaciones de parte del Gobierno, Samuel Doria Medina, se manifestó asegurando que  “nadie quiere sacarlo” antes de que se acabe su período presidencial, pero que si esperan que se vaya una vez termine esta administración tal y como “el pueblo le ordenó”, añadió el líder opositor en referencia al referéndum constitucional en que la mayoría de los ciudadanos expresaron su desacuerdo con la reelección de Evo Morales.

Asimismo, Medina aseguró que lo único que quieren los bolivianos es “la verdad” y que “se haga justicia” sobre la muerte del estudiante  Jonathan Quispe Vila que ocurrió el pasado jueves 24 de mayo.

“No politice el tema ni se haga la víctima”, escribió el opositor mediante su cuenta de Twitter.

Lo que en principio era una movilización de estudiantes demandando mayor presupuesto, se ha convertido en manifestaciones multitudinarias que exigen justicia  y tal y como ocurrió en principio en Nicaragua estas podrían prolongarse, ya que según Fernando Romero, “la lucha no va  a parar hasta que este Gobierno indique quién es el culpable de esta muerte”.

Si el gobierno de Evo Morales comete los mismos errores que los regímenes de Venezuela y Nicaragua ( y ya ha demostrado que sigue todas sus líneas políticas), una pequeña protesta podría convertirse en una ola de manifestaciones que terminen desatando una crisis política y social.

Fuente: Panama Post