Según autoridades caribeñas, un millón de venezolanos ha migrado a Colombia y entre 40 mil a 50 mil, a Trinidad y Tobago. (EFE)

Ante el éxodo masivo de venezolanos, países pertenecientes a la Comunidad del Caribe (Caricom) están incrementando medidas para evitar la entrada a sus territorios de esta diáspora producto de la crisis social, económica y política generada por el régimen de Nicolás Maduro.

En las últimas dos semanas, altos funcionarios de Trinidad y Tobago, y de Santa Lucía se han pronunciado a favor de tomar medidas que impidan el ingreso de inmigrantes venezolanos a sus territorios.

Este viernes, el ministro de Seguridad Nacional de Santa Lucía, Hermangild Francis, alegó razones de seguridad ante la imposición de visado de entrada para los ciudadanos de Venezuela, medida promulgada a mediados de julio.

Francis pidió confianza en el Gobierno y las fuerzas de seguridad  ante la medida restrictiva.  “No tiene ningún propósito victimizar mas a Venezuela ofreciendo cifras sobre el número de alijos de droga que han llegado aquí, el número de armas que hemos incautado, etc. ”, dijo ante el senado de su país, según el diario de la isla St. Lucia Times.

El ministro de Seguridad Nacional de Santa Lucía encabezó una delegación que viajó a Venezuela la semana pasada, donde se reunió con representantes del Ministerio de Seguridad Pública y el Ministerio de Relaciones Exteriores para abordar el asunto de la inmigración hacia la isla. Dijo que incluso los funcionarios venezolanos admitieron que hay un problema económico en su país.

Francis destacó además que otros miembros de la Caricom, como Trinidad y Guyana, están tratando de controlar el éxodo de venezolanos, y argumentó que ambos países tienen el tamaño y tal vez la capacidad de acoger a esas personas, “pero Santa Lucía, con una población de sólo 180.000, tendría problemas para soportar esa afluencia”, dijo.

Hace una semana, el Primer Ministro de Santa Lucía, Allen Chastanet, ya había  adelantado que la imposición de visas  a los ciudadanos venezolanos se debía a razones de seguridad y no tenia intención de ser una declaración política.

“Ahora hay un gran problema en Venezuela, con un millón de personas migrando a Colombia y entre 40 mil a 50 mil a Trinidad y Tobago”, dijo Chastanet.

Agregó que la isla está a solo 6 horas en lancha desde Venezuela, “y lo que hemos visto es el incremento de tráfico de drogas y armas que están entrando, porque los propios venezolanos que están tratando de irse del país y no tienen dinero, están usando esas mercancías para conseguir efectivo”.

Destacó que los venezolanos están llegando legalmente a la isla por vía aérea e ilegalmente por mar en botes.

Trinidad: ni que nos obligue la ONU

Por su parte, el primer ministro de Trinidad y Tobago, Keith Rowley, dijo la semana pasada, en unos muy criticados comentarios, que su país no está dispuesto a aceptar a Venezolanos de forma masiva, como pidió la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

“Somos un pueblo generoso y permitimos que los venezolanos vengan a Trinidad y Tobago a comprar suministros y permanezcan un corto tiempo. Pero somos una isla pequeña, con espacio limitado, y no podemos permitir que la ONU nos obligue a ser un campo de refugiados”,  dijo Rowley en una rueda de prensa.

En abril de este año, 82 venezolanos fueron detenidos y posteriormente deportados de Trinidad y Tobago. La agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) rechazó la medida.

“El retorno forzado de este grupo es de gran preocupación”, dijo ante esta repatriación el Alto Comisionado Adjunto para Protección, Volker Türk, en un comunicado, donde recordó que las repatriaciones forzadas son una violación de la ley internacional., y  acusó al gobierno de ese país de violar el Derecho Internacional de Refugiados.

Régimen venezolano pierde apoyo en el Caribe

Curiosamente, estas acciones ocurren en un momento en que el canciller del régimen venezolano, Jorge Arreaza, realiza una gira por varios países caribeños. En junio visitó a Antigua y Barbuda, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía y San Cristóbal y Nieves, y ahora en agosto, a Dominica y Granada.

“Culminamos una exitosa gira por el Caribe Oriental. Agradecemos a los Primeros Ministros de Antigua y Barbuda, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, San Cristóbal y Nieves, por su respeto, apoyo y renovada voluntad de trabajo conjunto. ¡El Caribe hoy más unido que nunca!”, dijo en junio Arreaza en su cuenta en Twitter @jaarreaza.

“Tenemos nuevos planes de cooperación, nuevas metas en conjunto e incluso nuevas ideas para Petrocaribe, y definitivamente Antigua y Barbuda será parte del Banco del ALBA”, informó el 26 de junio al término de una reunión con el primer ministro de Antigua y Barbuda, Gaston Browne.

Durante mucho tiempo, gracias a una política de dádivas del fallecido presidente Hugo Chávez hacia los países del Caribe -que incluye petróleo barato (o en cómodas cuotas) y financiamientos-, estas pequeñas naciones votaban en bloque a favor del régimen en los organismos multilaterales.

Pero esto ha ido cambiando, y como dijo a Pan Am Post, el politólogo venezolano y profesor de la Universidad Central de Venezuela, Carlos Romero, “no todos los países del Caribe están a favor de Venezuela”.

Posiblemente esa es la razón que motivo a Arreaza a hacer esta gira y garantizar, a pesar de la crisis que padece el país, continuar ofreciendo ayudas a estas islas.

“Uno de los grandes errores que ha cometido la oposición es meter a todos los países del Caribe en un solo saco, porque en muchas oportunidades en la OEA y en algunos casos en el Grupo de Lima ha habido participación de países del Caribe”, dijo Romero.

Explicó que, por ejemplo, Barbados, Trinidad y Tobago, Guyana, Bahamas y en algunos casos, Jamaica, han votado a favor de las resoluciones en contra de Venezuela en la Organización de Estados Americanos (OEA) y han participado, en el caso específico de Santa Lucía, en el Grupo de Lima.

Recordó el duro golpe que recibió recientemente el régimen de Maduro por parte de la Caricom. En su última reunión, los países miembros, votaron a favor de una resolución en relación a la disputa del Esequibo, apoyando la tesis de Guyana de llevar el tema a la Corte Internacional de Justicia.

Para mi estas medidas son complementarias a una posición política de oponerse al gobierno de Venezuela y a la influencia que ha pretendido siempre imprimir en el área del Caribe.

Refiriéndose a la medidas que están tomando algunas naciones caribeñas contra la migración venezolana, Romero considera que “son complementarias a una posición política de oponerse al gobierno de Venezuela y a la influencia que ha pretendido siempre imprimir en el área del Caribe”.



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