En las filas de la guerrilla de las FARC existe poca evidencia de un trato humanitario hacia sus excombatientes, ejemplo de ello es el trato hacia la mujer que con el pasar de los años se convirtió en un delito que los lideres de esa guerrilla se han ensañado en ocultar.

Uno de los retos de la Justicia Especial para la Paz (JEP) será poner en la mesa de discusión los terribles actos de violencia sexual que se cometieron por más de cinco décadas en las filas de esa guerrilla. Diferentes relatos realizados por distintas mujeres que fueron objeto de violación, obligadas a ejercer la prostitución, esclavitud sexual, ser esterilizadas, abandonas, entre otros vejámenes, han sido documentados.

El grupo de investigación de la Universidad Sergio Arboleda en Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario “De las Casas”, en 2015 elaboró un libro titulado Violencia sexual como crimen internacional perpetrado por las FARC, que recogen los delitos de este tipo perpetrados por dicha guerrilla. En el documento describen que las mujeres, adolescentes y niñas han sido víctimas constantes del conflicto, pues siempre fueron consideradas como “Propiedades, premios e incluso botines de guerra”. En el libro se analiza los diferentes testimonios y declaraciones de diferentes mujeres y concluye que las niñas entre 11 y 15 años, principalmente de comunidades indígenas, son victimas directas de la violencia sexual cometida por las FARC.

“El fenómeno de la violencia sexual cometido por parte de las Farc en contra de MAAN (Mujeres adultas, adolescentes y niñas), involucradas forzosamente a este grupo guerrillero se ha expresado a través de múltiples testimonios que dan cuenta de incontables abusos de los que son objeto, entre los cuales se pone de presente su utilización para realizar acciones militares, bien sea como combatientes, informantes o señuelos; para adelantar actividades domésticas en los campamentos guerrilleros (preparar alimentos, lavar ropa, etc.); y tener actos sexuales, en forma indiscriminada, en contra de su voluntad tanto con guerrilleros, como con diferentes niveles de mando de esta organización”.

En 2016, la cadena Blu Radio conoció un expediente en manos de la Fiscalía General de la Nación en el que se detallan las acciones sexuales de los integrantes de las FARC contra sus mujeres. En este documento, el ente acusador pudo reseñar casos de niñas menores de 10 años que fueron victimas de violencia sexual. Se estima que serian al menos 232 casos en los que menores de edad fueron abusados. Además, en uno de los computadores incautados en la operación militar ‘Sodoma’, donde se dio de baja al jefe guerrillero ‘Mono Jojoy’, se señalaba que “La planificación es obligatoria y en los casos de embarazo realizar el legrado. Mantener el secreto de las áreas de los hospitales”.

Jorge Fernando Perdomo, quien para la fecha ejercía como Fiscal General encargado, manifestó que los delitos sexuales también se practicaban contra hombres: “En las Farc había una política orientada a la violencia sexual, sobre todo la violencia sexual contra la mujer, pero también hay casos documentados contra hombres en las filas de la guerrilla”.

Asimismo, un informe del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) reseñó que quien fuera el número dos de las FARC, Luis Édgar Devia, alias “Raúl Reyes”, muerto en 2008, violó y abuso sexualmente de las guerrilleras que estaban bajo su mando, a quienes además atemorizaba para garantizar el silencio de sus víctimas. El informe titulado La Guerra inscrita en el cuerpo, incluyó el testimonio de una excombatiente que formaba parte de la escolta de Reyes que denunció reiterados actos de abuso sexual en contra suya.

“A él le gustaba abusar de las muchachas que llevaba. Y pues no fui solo yo, cada niña que llegaba él las cogía para escolta”, dijo “Gina”. Y agregó, “La primera vez que él quería estar conmigo y yo no quería, me pegó una cachetada y me insultó, me dijo que allá se hacía lo que él dijera no lo que nosotras quisiéramos”.

El estudio constata que en el país hubo más de 15.000 víctimas de violencia sexual en cinco décadas de conflicto armado, el 91,6 % de ellas mujeres.

Por otro lado, esta semana salió a la luz una nueva denuncia por parte de Sara Morales, exintegrante de las FARC que en múltiple ocasiones fua abusada sexualmente. En diálogo con Blu Radio explicó que toda la violencia sexual se planeaba desde la dirigencia del grupo guerrillero, que si resultaban embarazadas debían abandonar las unidades en las que se encontraban o eran forzadas a abortar.

“Siempre sometían a abortos a las personas. No se movía nada de las FARC sin que el secretariado diera la orden. La única alternativa que existía era el aborto. Las únicas que tenían la posibilidad de tener sus hijos eran las mujeres de los comandantes”.

Morales afirmó que durante su militancia estuvo bajo el mando de Pastor Alape que hoy en día hace parte de la lista a la Cámara de Representantes por el partido de las FARC, Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común de quien afirmó que la mayoría de sus compañeras sentimentales fueron menores de edad y que, a su vez, “Consentía los abusos”. Ratificó que los lideres del grupo guerrillero han mentido y no han contado toda la verdad al respecto, y han instruido a los excomandantes a que señalen que en realidad no hubo violaciones en las filas de las FARC.

Narró la crudeza a la cual fue objeto, asegurando que “Éramos la carne de los comandantes”:

“No era todos los días, pero cada vez que nos movían de una comisión uno era la carne para los comandantes. Muchas veces llegaban a los campamentos y decían: hay tres o cuatro guerrilleras nuevas ve y las miras. Uno estaba durmiendo cuando sentía que lo alumbraban con las linternas y empezaban a pelearse y a escoger a la que les gustaba”.

La mujer, que ingresó a las filas de las FARC a sus 11 años y a la fecha tiene dos hijos producto de las sistemáticas violaciones, anunció la creación de la fundación Rosa Blanca, organización que pretende vincular a exguerrilleras victimas de delitos sexuales. Los diferentes informes señalan que el único trato igualitario que recibían los combatientes de las FARC era cuando se presentaban casos de indisciplina o intento de fuga, si eran encontrados culpables independiente que fuera hombre o mujer, morían a balazos.

Por su parte, pese a los múltiples testimonios y pruebas que evidencia los abusos al interior de las FARC, esta guerrilla afirmó, por medio de un comunicado, que estas acusaciones hacen parte de “una campaña mediática de desprestigio” contra sus integrantes.

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