“Ese es el problema cuando no se exigen derechos de propiedad. Los que creen que no es importante, son huéspedes de un régimen cruel y chantajista”. (Punto de Corte)

Los medios El Pitazo y Punto de Corte reseñaron qué tan miserable y cruel es la dictadura de Nicolás Maduro. Por burlarse, por pensar y expresar lo que todo venezolano sensato pensaría o diría hoy, Armando Rondón fue desalojado de su casa. También, su esposa Limbania Ramírez.

“Mi esposo hizo un comentario, en un grupo de Whatsapp, donde se reían del supuesto magnicidio del presidente Nicolás Maduro. Cosa que, a mí me tienen que garantizar el derecho a la vivienda. Y me están desalojando”, dijo a Punto de Corte, entre lágrimas, Ramírez.

La familia, integrada por un militar retirado y una ingeniero, residía desde hace tres años en Fuerte Tiuna, las instalaciones militares más reconocidas de Venezuela donde, además de encontrarse las sedes del Ejército, la Academia Militar y el Ministerio de Defensa, también hay decenas de edificios residenciales. La mayoría son habitados por afectos al régimen, por militares activos y retirados. Beneficiados con el chavismo por la Misión Vivienda.

“Dicen que yo estoy delinquiendo. Que yo no tengo adjudicación del inmueble. Me están amenazando, que si yo no me voy, me puede pasar algo. Me amenazaron unos hombres que andaban con Carolina Cestari, la de Zurda Konducta [programa oficialista en Venezolana de Televisión]”, dijo Limbania Ramírez.

“Me dijeron que si yo no me iba, me iban a matar. Me iban a escoñetar [golpear]”, espetó.

En el medio El Pitazo, se lee: “[Limbania] señaló que el suplicio comenzó el pasado sábado, cuando el militar retirado hizo un comentario en el grupo de Whatsapp de la torre. Esa misma noche, funcionarios de la Misión Vivienda le hicieron llegar una captura de pantalla de la conversación donde su esposo, Armando Rondón, militar retirado, se habría burlado de los confusos hechos que rodearon las primeras horas tras el atentado contra el presidente de la República, Nicolás Maduro. En el mismo mensaje le advirtieron que sería desalojada”.

“Acto seguido, Limbania y su esposo se dispusieron a realizar las denuncias de rigor ante la Defensoría del Pueblo, pero no se la tramitaron porque ‘no era un asunto de su competencia’. También les tomaron declaración en la Fiscalía, pero el ente tampoco ejecutó acción alguna”, agrega el medio.

Según, la amenazaron con miembros paramilitares del Estado. Al momento de desalojarlos, los funcionarios no presentaron orden judicial; sin embargo, solo esgrimieron: “Ustedes hablaron mal del presidente”.

A propósito, la periodista venezolana, Ibéyise Pacheco, escribió en su cuenta de Twitter: “En Ciudad Tiuna un señor, como todo venezolano en esencia, se unió al chalequeo [burla] que sus amigos improvisaban después de la carrera del sábado y las caras en la tribuna. Pues le quitaron su casa a él y su familia de la peor manera. Así son esos tipos de miserable”.

Y el director del think tank CEDICE y director ejecutivo de la Cámara de Comercio de Caracas, Víctor Maldonado, dijo: “Ese es el problema cuando no se exigen derechos de propiedad claros y concisos. Los que creen que no es importante, son ‘huéspedes’ de un régimen cruel y chantajista”.

El desalojo de Rondón es otra muestra clara de que las dádivas de la tiranía, solo vendrán acompañadas de la lealtad incontestable al régimen chavista de Nicolás Maduro. Son solo formas de opresión y control que, frente al mínimo revire, se exhiben como tal.



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