El Ministerio del Interior y de Seguridad Pública de Chile informó que el número de solicitudes de refugio de cubanos ha aumentado 30 veces más desde el 2016 cuando a penas llegaban 56 isleños al país.
De acuerdo con el reportaje del diario 14ymedio, diariamente se recogen entre 15 y 30 pasaportes para procesar las solicitudes de refugio; lo que en 2017 representó un aumento de 2862 % con 1603 peticiones.
“Se arman tremendas colas en la frontera”, comentó José Yans Pérez, un cubano que migró a Chile luego de haber ocupado un faro al sur de Florida en 2016 y haber sido devuelto a la isla.
¿Sabía usted que las solicitudes de refugio de #cubanos en #Chile crecieron un 2.862%? En @14ymedio le explicamos el por qué https://t.co/l3VDmCy9kg pic.twitter.com/7vbmR9UMEb
— Mario J. Pentón (@mariojose_cuba) February 16, 2018
Pérez utilizó la misma ruta que han venido realizando cientos de cubanos para llegar a Chile, país que se ha convertido en un imán para los cubanos tras el fin de la política “pies secos, pies mojados” que permitía a los cubanos que lograran llegar a Estados Unidos sin ser interceptados, recibir la residencia.
Viajar a Guyana, atravesar la selva amazónica y llegar a Bolivia para luego entrar en Chile es una ruta “muy compleja y difícil”, afirmó Pérez. Muchos cubanos llegan a Bolivia para ser asistidos por la Misión Estar en Frontera, que apoya a migrantes a cruzar a Chile para solicitar refugio.
María José Pascual, una religiosa de la misión ha explicado en el pasado que durante la travesía hacia Chile los cubanos sufren robos, extorsión (por su condición de indocumentados), malos tratos, entre otras vulneraciones.
“Les roban desde que salen de Cuba, están robándoles en todos los lugares y vienen con mucho miedo, ven policías y se desesperan, nos piden que les acompañemos hasta la frontera”, comentó Pascual, y además aseguró que para ellos no es opción volver a su país.
Anteriormente, los cubanos tenían como primer destino para emigrar los Estados Unidos, sin embargo, desde que el Gobierno de Barack Obama eliminó el decreto de “pies secos, pies mojados” los cubanos deben llegar al país norteamericano de manera legal y solo se deben pedir asilo político bajo un argumento de “miedo creíble de regresar a Cuba”, para lo que se debe permanecer detenido hasta que se determine si la solicitud será o no aprobada.
Ahora, los isleños han decidido cambiar su rumbo predilecto a países de sur América como Uruguay, Argentina, Chile y Brasil. Según datos oficiales de Uruguay, tan solo en los últimos dos años han llegado 6350 cubanos.
“Muchos cubanos piden refugio como una forma de sortear los controles migratorios de ingreso en la frontera terrestre”, explicó desde Santiago de Chile Rodolfo Noriega, abogado y dirigente de la Coordinadora Nacional de Inmigrantes.
Desde que los cubanos solicitan el asilo en Chile el Estado les otorga una visa por ocho meses (prorrogable) que les permite trabajar y vivir legalmente mientras las autoridades deciden si serán o no reconocidos como refugiados; no obstante, el cubano José Yans Pérez explica que los documentos “demoran mucho”. “Llegué en septiembre a Chile y todavía estoy esperando mi visa”, dijo.
Por su parte, las autoridades chilenas han manifestado preocupación respecto a este tema e incluso han propuesto evaluar un cambio de la actual Ley de Migraciones. Para el diputado chileno Jorge Tarud, de la Comisión de Relaciones Exteriores, la ley se encuentra obsoleta porque se ha encontrado la forma de evadirla provocando un “desorden” migratorio.
El también diputado perteneciente a la comisión, Issa Kort, explicó que el país debe seguir recibiendo a ciudadanos cubanos como lo hace con haitianos y colombianos, pero “con las reglas claras”.
De acuerdo con las estadísticas del Gobierno chileno, tan solo entre el 2005 y el 2016 Chile entregó 3865 permisos de residencia permanente a cubanos, pero los cubanos representan solo una pequeña parte de los inmigrantes que llegan a Chile.
La mayoría de los migrantes que llegan al país son en realidad de Perú, Colombia, Bolivia, Venezuela y Haití. Así lo explicó la experta en migración de la Universidad de Chile María Emilia Tijoux:
Chile atrae a los migrantes por su seguridad y su estabilidad económica, lo que supone que hay más trabajo y mejores condiciones de vida que en otros países. Es percibido como un país rico en otros lugares de América Latina. A esto se le agrega el cierre de fronteras en Europa y Estados Unidos a países como Haití.
El país acogió legalmente a unos 500.000 migrantes (datos del 2017), de los cuales se calcula que 80.000 son haitianos y el número continúa en aumento. “Los haitianos están comprobando que en su país no hay condiciones suficientes para desarrollarse como persona. La migración se masifica tras los últimos desastres naturales, como el terremoto de 2010”, señaló Jean-Claude Pierre Paul, un migrante proveniente de Haití que trabaja en la Oficina de Migrantes y Refugiados de la comuna de Quilicura.
El Departamento de Extranjería y Migración también ha revelado que hay un gran número de solicitudes de residencia por parte de venezolanos que ha ido en aumento. Tan solo en los primeros siete meses del año 2016, 31.949 venezolanos hicieron el requerimiento.
“El país no tiene una legislación acorde con la realidad migratoria que vive. Lo que hay es una serie de procedimientos y criterios de orden administrativos que se han dado al margen de la ley que en lugar de resolver el problema de fondo, lo que genera es cuellos de botellas que fomentan la irregularidad migratoria”, comentó Noriega.
Fuente: Panampost
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