El hundimiento del barco Carmen Ernestina, y el abandono de las otras embarcaciones de la empresa, dejan en evidencia las intenciones que ha tenido el chavismo de destruir toda iniciativa proveniente de la inversión privada. (Twitter)

Conferry, la empresa expropiada por Hugo Chávez, que con sus barcos conecta a la isla de Margarita con tierra firme, termina de hundirse en la desidia, abandono y corrupción por parte del régimen de Nicolás Maduro; un reflejo exacto de la paupérrima situación de las empresas estatales y la crisis en Venezuela.

La madrugada de este martes 7 de agosto, el penúltimo barco que le quedaba a Conferry amaneció hundiéndose en el terminal de Puerto La Cruz al oriente del país; esto debido a la falta de mantenimiento. De 11 barcos con los que nació la empresa, solo queda uno.

Esta embarcación se dedicaba a transportar pasajeros, autos y alimentos a la Isla de Margarita, uno de los destinos turísticos de Venezuela.

Pero detrás del mal estado de esta empresa que terminó en manos del chavismo, en las cuales se fue desmoronando, solo hay deudas millonarias, corrupción y órdenes de expropiación.

Un reportaje del portal web El Estímulo revela que los barcos de Conferry no reciben el mantenimiento adecuado desde hace seis años que la empresa fue expropiada; una situación que se repite con el resto de las compañías que están en manos del Estado.

De acuerdo con el medio de comunicación, la realidad financiera de la empresa es realmente grave debido a que sobre ella pesan grandes deudas. De hecho no pueden hacerles mantenimiento en Curazao o Trinidad y Tobago porque presuntamente existe una amenaza de confiscación debido a que el Estado venezolano, al momento de la expropiación, no pagó las deudas a los prestadores de servicios.

Pero el hundimiento del barco Carmen Ernestina, y el abandono de las otras embarcaciones de la empresa, dejan en evidencia las intenciones que ha tenido el chavismo de destruir toda iniciativa proveniente de la inversión privada.

De acuerdo con la organización no gubernamental Transparencia Venezuela, desde 2001 hasta mediados de 2017 el Estado venezolano pasó de tener 74 empresas a ser dueño de 526.

En la mayoría de los casos, los gobiernos de Maduro y Chávez se apropiaron de dichas compañías a través de expropiaciones, confiscaciones, nacionalizaciones, “reestatizaciones” y renegociaciones.

El informe de Transparencia Venezuela también se enfocó en ocho empresas que en solo 2016 arrojaron pérdidas millonarias, superando el gasto que se hizo en educación en todo el año 2016; según informó la doctora en economía Christi Rangel, quien coordinó la investigación.

En ese año las empresas “con mayores pérdidas” fueron Petróleos de Venezuela (PDVSA), con USD $232 millones, y la central de electricidad Corpoelec, con USD $45 millones.

A todo esto se suma lo difícil y peligroso que se ha convertido ser empresario en Venezuela, pues se corre el riesgo no solo de ser expropiado o saqueado, sino también de ser detenido.

Víctor Maldonado, director de la ONG Cedice Libertad y exdirectivo de la Cámara de Comercio e Industria de Caracas, señaló en una entrevista para el PanAm Post que “Venezuela es el país más agresivo con la empresarialidad”.

“El socialismo del siglo XXI no solo interviene, sino que afecta y amenaza los derechos de propiedad de las empresas. Venezuela es el país donde la condición de empresario es una de los oficios más peligrosos (…) a las empresas venezolanas no se les reconoce ni garantiza ningún derecho”, señaló.

Venezuela es un país donde es peligroso ser empresario porque los consideran enemigos del Gobierno, donde hay una Ley de Costos y Precios que inhabilita para tomar decisiones, donde existe un régimen cambiario que no permite acceder a las divisas para comprar los insumos o servicios necesarios, y en el que la rigidez laboral impide manejar el factor trabajo con libertad. “Todo esto conjugado en el marco de la hiperinflación más alta del mundo, con la escasez de todo y muchísima inseguridad ciudadana, hace que la decisión más razonable de verdad sea cerrar la empresa aunque eso nos duela”, sentenció.

Explicó que en Venezuela solo quedan 140.000 empresas de las 650.000 que tenía el país hace 20 años; lo que significa que con la llegada del socialismo de Chávez y Maduro cerraron unas 510.000 compañías.

“Nos estamos quedando sin industrias, sin comercios, sin empresas de servicios y nos estamos quedando sin empleos productivos”, concluyó.



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