Los migrantes venezolanos que porten un documento alterado quedarán a disposición de las autoridades colombianas (Zona Cero)

El Gobierno de Colombia implementó una nueva medida migratoria tras descubrir que venezolanos, de manera desesperada, falsificaban la Tarjeta de Movilidad Fronteriza (TMF) con la intención de salir de su país. En una semana, durante los controles realizados en tres pasos fronterizos, las autoridades detectaron que 21.000 de esto documentos eran falsos.

Ahora Migración Colombia estableció un nuevo sistema para la verificación que corrobora la autenticidad de las TMF de las más de 50.000 personas que ingresan diariamente a ese país a través de la frontera con Venezuela.

La TMF fue un documento otorgado a cerca de 1.600.000 venezolanos por parte de las autoridades colombianas para garantizar su libre circulación por las zonas fronterizas; sin embargo a partir de febrero de este mismo año el Gobierno de Juan Manuel Santos decidió suspender su vigencia para reducir el flujo migratorio.

Ante esta situación, los venezolanos empezaron a falsificar el documento para poder cruzar las fronteras; esto debido a que el régimen de Nicolás Maduro tiene prácticamente paralizada la entrega de pasaportes a los ciudadanos de ese país.

Las autoridades migratorias de Colombia determinaron que el promedio diario de documentos adulterados es de 1.100.

Para poner en funcionamiento el nuevo sistema, la entidad desplegó en la mitad de los puentes internacionales un total de 60 funcionarios que solicitan la TMF al ciudadano extranjero y cruzan por medio de sensores el código QR del documento con una base de datos a nivel central.

En consecuencia, los migrantes que porten un documento alterado quedarán a disposición de las autoridades migratorias para evaluar si es motivo de sanción.

Y es que tras la migración masiva de venezolanos, en febrero Colombia asumió fuertes medidas para reducir el flujo migratorio; con las suspensión de la TMF a los ciudadanos del país vecino solo le queda la opción de cruzar la frontera con su pasaporte.

Cabe destacar que debido a la cercanía con Venezuela, Colombia es el país que alberga la mayor cantidad de venezolanos, con una cifra aproximada de 900.000 personas.

Sin pasaporte

La Declaración Universal de los Derechos Humanos establece que “toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar “. Esta es justamente otra de las violaciones al derecho internacional por parte de la dictadura que tiene a miles de venezolanos esperando renovar su pasaporte, y que mantiene a otros miles varados en cualquier parte del mundo.

En principio, la excusa del régimen era que “no había material” para imprimir el pasaporte; sin embargo, ya no hay alegatos; simplemente le cobran a los venezolanos un monto para adquirir el documento, pero puede pasar más de un año sin que este sea impreso; entre tanto, el usuario está atrapado.

Y es que los innumerables inconvenientes que dificultan el proceso de renovación son dignos de contar y plasmar en un libro.

La escasez de material, el pago a mafias o, en su defecto, la espera de una página web que está en constante “mantenimiento”, son parte de las trabas que cada ciudadano debe pasar para contar con un pasaporte y movilizarse así por cualquier país de forma legal.

Pero si un venezolano “afortunado” logró obtener el pasaporte, ya sea por la vía del “mercado negro”, a través de mafias, o porque “por suerte” logró que le imprimieran el pasaporte, no escapa de las otras innumerables dificultades para poder salir de Venezuela, como la evidente falta de aerolíneas y la imposibilidad de comprar pasajes aéreos por sus elevados costos.



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