Kenneth Zseremeta, técnico del equipo de fútbol de la selección Sub 20 femenina de Venezuela, reveló que evaluaciones médicas a sus jugadoras determinaron que presentan graves problemas de nutrición.
Las jugadoras de la selección femenina de fútbol de Venezuela, conocida como La Vinotinto, compitieron en los Juegos Bolivarianos de Santa Marta 2017 con un alto grado de desnutrición.
A pesar de la desventaja que presentaban las jugadoras debido al grave estado de salud de las atletas, la selección logró conseguir una medalla de bronce en los juegos que se disputan en Colombia con cinco puntos en una victoria, dos empates y una derrota.
Sin embargo, sorprende que la crisis económica y social de Venezuela haya alcanzado a unas jóvenes menores de 20 años que deberían tener su alimentación garantizada al menos por ser representantes del país ante el mundo en el fútbol.
La noticia de las atletas refleja una vez más la crisis generalizada oculta en una sociedad envuelta en miseria.
Con 4,1 millones de personas desnutridas según cifras de la Organización de la Alimentación para las Naciones Unidas, Venezuela se ha convertido en el país del continente con mayor alza en malnutrición.
De acuerdo al informe presentado el 15 de septiembre de este año, la hambruna en el país pasó del 10,5 al 13 % el año pasado ubicándose como la segunda nación en toda América Latina y el Caribe con con la mayor prevalencia de personas subalimentadas, solo superado por Santa Lucía (del 14,2 % al 17 %).
Sin embargo, Susana Rafalli, representante de la organización humanitaria de la Iglesia Católica, Caritas, señala que las cifras recogidas por las agencias de la ONU son peores.
“El indicador” de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO según sus siglas en inglés) “refleja la caída de la oferta alimentaria a la población, no la disminución del consumo ni el estado nutricional”, señala Rafalli.
Según Rafalli los centros pediátricos reportan un aumento de 200% de ingresos de niños con desnutrición severa. “Semanalmente mueren entre 5 y 6 niños por desnutrición”. También advirtió que 280.000 niños están en peligro por la misma causa.
“El sistema alimentario venezolano está colapsado, desde la cosecha hasta el hecho de que las personas no cuentan con dinero para comprar los alimentos o no tienen gas para cocinar”, señaló la especialista en seguridad alimentaria y emergencias humanitarias.
Además de los graves problemas de desabastecimiento que tiene Venezuela, el país cuenta con el sueldo más bajo de la región y con la mayor inflación del mundo. Sus ciudadanos necesitan al menos 20 salarios mínimos integrales para cubrir su canasta alimentaria ubicada por el Centro de Documentación y Análisis de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas), entre 5 y 6 millones de bolívares” (US$ 150) mensuales.
La crisis económica del país, la cual afecta principalmente a las comunidades más pobres, ha llevado a muchos venezolanos a hurgar en la basura para poder alimentarse. Sin embargo, la dictadura chavista de Nicolás Maduro continúa negando el hecho de que existe una crisis humanitaria.
Para la presidenta de la oficialista e ilegítima Asamblea Nacional Constituyente, Delcy Rodríguez, “en Venezuela no hay desnutrición, ni una situación humanitaria”.
Mientras las cifras evidencian la dura realidad que atraviesa el país petrolero, Rodríguez afirma que “ocho millones de niños reciben alimentos” y que no necesitan de ayuda humanitaria de las Naciones Unidas.
PANAMPOST
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