Hasta Suiza llegó el cinismo del régimen de Nicolás Maduro luego de que su viceministra de Salud intentara mentirle al mundo al afirmar que en Venezuela no existe una crisis humanitaria. Sin embargo, aprovechó para señalar que las sanciones extranjeras son responsables de “afectar la estabilidad de la salud del pueblo”.

La viceministra de Redes de Antención Ambulatoria de Salud, Indhriana Parada, acudió a la Organización Mundial de la Salud para defender a la dictadura de Maduro y negar la escasez de medicamentos que supera el 90%.

Durante su intervención, Parada señaló que “el gobierno bolivariano garantiza la entrega de todo tipo de medicamentos” a los venezolanos y además negó que en el país suramericano los pacientes fallezcan por falta de tratamientos.

“Desde el año 2013 Venezuela ha sido objeto de una guerra económica y de medidas coercitivas unilaterales  impuestas por potencias foráneas que nos impiden ejecutar los pagos para la importación de medicamentos, y afectan la estabilidad y la salud del pueblo venezolano. El bloqueo financiero le ha impedido a Venezuela realizar operaciones bancarias para adquirir vacunas y medicamentos…” aseveró la viceministra.

De ser cierta la afirmación de la viceministra, entonces el régimen debería aceptar la ayuda humanitaria que se ha ofrecido desde diferentes países del mundo y que ha sido rechazada por el régimen de Nicolás Maduro.

En Venezuela no solo hay escasez de medicamentos para enfermedades graves o terminales. La ausencia de medicinas básicas impide el tratamiento de padecimientos crónicos como la hipertensión, la diabetes, o de infecciones respiratorias agudas y hasta diarrea.

Mientras esto sucede, el régimen de Maduro decidió destinar solo el 5,5 % del total del presupuesto del país al sector salud, a pesar de que recientemente la misma OMS admitió que en Venezuela existe una crisis humanitaria.

Las reacciones no se hicieron esperar, la organización defensora de los derechos humanos, Codevida, se dedicó a través de las redes sociales a desmentir las afirmaciones de la funcionaria y a publicar imágenes de pacientes con enfermedades como el cáncer que aún no han podido recibir quimioterapia.

Luisa Rodríguez Táriba, presidenta de la Fundación Contra el Cáncer de Mama (Funcamama) y directivo de la ONG Codevida, alertó a PanAm Post que en Venezuela hay al menos tres millones de pacientes que están a punto de perder sus vidas por la escasez de medicamentos y tratamientos. “Negar la realidad del país es parte de la política de Estado”, señaló.

La especialista y defensora de derechos humanos informó que para las condiciones de salud crónica de alto costo hay un déficit de más del 90% de medicamentos.

“Al no poder tomar sus tratamientos, los pacientes van muriendo poco a poco, no de inmediato; esto les genera mucho dolor,  no solo a los pacientes sino a los familiares”, denunció.

Rodríguez fue detallando cada una de los padecimientos que se están viendo afectados por la escasez de medicamentos al punto de llegar a la muerte. “Solo en el estado Carabobo, en la región Central del país, para las personas con cáncer que son HER2 positivo y que necesitan de un medicamento llamado Gerceptyn, tenemos un promedio de mortalidad de dos fallecimientos mensuales; pero son más de 1.300 pacientes en Venezuela que necesitan este tratamiento”;.

Expresó que en la misma situación están las personas trasplantadas, con diálisis, con condiciones de salud autoinmunes y quienes sufren de hemofilia.

Estas declaraciones de Rodríguez, contrastan y desmienten por completo a la viceministra de Salud, que descaradamente negó la crisis sanitaria en el país suramericano.

Y es que el Estatuto de Roma, instrumento constitutivo de la Corte Penal Internacional, señala puntualmente lo que considera como crímenes de lesa humanidad. Los funcionarios del régimen de Nicolás Maduro cumplen con todos los requisitos para ser juzgados en La Haya.

Exterminio: imposición intencional de condiciones de vida, entre otras la privación del acceso a alimentos o medicinas, encaminadas a causar la destrucción de parte de una población.

En la nación gobernada por Maduro, cientos de venezolanos han muerto por no contar con los medicamentos necesarios para cumplir con sus tratamentos, mientras que cientos de niños sufren desnutrición y están a punto de perder sus vidas; la razón: la dictadura impide la apertura de un canal humanitario con la vil excusa de que existe la posibilidad de una supuesta “intervención extranjera”.

Mientras Maduro niega la crisis y la apertura de un canal humanitario, gran cantidad de venezolanos, desesperados ante esta situación, deciden hurgar en la basura para poder alimentarse; al mismo tiempo quienes dependen de medicamentos que escasean, se van resignando a vivir sus últimos días solicitando sus tratamientos a través de las redes sociales.

Una realidad inocultable

Mientras la viceministra de Salud miente descaradamente ante los ojos del mundo, las redes sociales demuestran la profundidad de la crisis en Venezuela, pues en ocaciones tanto el Facebook como el Twitter se convierten en medios claves para pedir ayuda en la búsqueda de medicamentos e insumos médicos.

Basta con utilizar la etiqueta #ServicioPúblico para conocer los miles de pacientes que suplican desde ayudas económicas hasta medicinas para poder salvar sus vidas.

Fuente: Panama Post