Una de las plantas de Pepsico en Vicente López (provincia de Buenos Aires) cerró sus puertas debido a la inviabilidad que presentaba su locación en medio de una zona residencial y fue tomada por los exempleados, que la mañana, del 13 de julio, mantuvieron serios enfrentamientos con la Gendarmería Nacional.
“Las razones de dicho cierre incluyen su localización en un barrio residencial con su consiguiente imposibilidad de ampliación ni modernización; la inviabilidad económica derivada de su alta estructura de costos; y las dificultades logísticas de acceso y traslados, entre otras”, manifestó la compañía en un comunicado oficial.
El despliegue de las fuerzas de seguridad, que incluyó más de 500 agentes entre Infantería y Gendarmería, fue ordenado por la jueza Andrea Rodríguez Mentaste, que dio curso al pedido del fiscal Gastón Larramendi para finalizar la toma del lugar.
Los enfrentamientos y hechos de violencia se desataron luego de que los exempleados desobedecieron la orden de las fuerzas de seguridad de liberar el lugar.
“Vamos a resistir acá en el techo, y si algo nos pasa, hacemos responsable a Macri, a Vidal (gobernadora de la provincia) y a la jueza”, declaró Camilo Mones, delegado de la Comisión Interna por radio esta mañana.
El conflicto fue utilizado políticamente por varios dirigentes cercanos a la expresidente Cristina Kirchner que responsabilizaron a la gestión de Cambiemos por el cierre de la planta que produjo 500 despidos.
Luego de los serios enfrentamientos con piedras y palos, las fuerzas de seguridad lograron desarticular la toma y desalojaron el lugar que había sido ocupado no solo por exempleados sino también por militantes de izquierda.
En el comunicado de la compañía se dejó en claro que la empresa nunca evaluó reabrir la fábrica en cuestión por los impedimentos logísticos y de crecimiento en esa locación.
FUENTE: PAN AM
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