Como estaba previsto, el Congreso de Brasil impidió que el mandatario de la nación, Michel Temer, sea procesado y apartado del cargo durante al menos seis meses por cargos penales de corrupción.
Con 159 votos a favor, una abstención y 12 ausencias, Temer consiguió que el oficialismo impidiera que la oposición alcanzara los 342 votos necesarios para que el Tribunal Supremo lo suspendiera para que fuese juzgado.
Sin embargo, el fiscal general Rodrigo Janot, ya ha sugerido que presentará otras denuncias contra Temer; lo que generaría una segunda votación y pondría nuevamente a sus aliados a decidir si arriesgarán sus propios futuros políticos al respaldar al impopular líder.
Temer, que cuenta apenas con el apoyo del 5 % de la población, ha sido denunciado formalmente por corrupción pasiva, lavado de activos y asociación criminal, pero no ha sido juzgado por tener inmunidad parlamentaria, razón por la cuál el Congreso debía votar para decidir si levantarla.
“Lo que estamos juzgando es si es útil para el país apartar a Temer en un momento en que Brasil está empezando a levantarse”, comentó el diputado del oficialista Partido del Movimiento Democrático de Brasil (PMDB) Baleia Rossi al inicio de la sesión, que duró casi 12 horas.
Esta es la segunda vez que el presidente logra mantenerse en el cargo. El pasado mes de junio, ya Temer había sido enjuiciado por por supuestas irregularidades en la elección de Temer en 2014 (entonces como vicepresidente de Rousseff).
A pesar de que Temer ha sobrevivido a las dos votaciones del Congreso, su carrera política parece estar acabada. El mandatario parece conformarse con llegar a trancas y barrancas a las elecciones de 2018, en las que no piensa presentarse como candidato, según indica el medio El Mundo.
FUENTE: PAN AM
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