Una jugada maestra realizó el vicepresidente, jefe natural de Cambio Radical, Germán Vargas Lleras, al ofrecerle ser la fórmula a la vicepresidecia al director del Departamento Nacional de Planeación, el liberal Simón Gaviria. De concretarse la alianza, gran parte del liberalismo se sumaría a esta aspiración sacando de carambola al ministro de Interior, Juan Fernando Cristo, quien tiene bríos presidenciales. De paso, dejaría sin gasolina una eventual aspiración del Partido de La U. Así agruparía la mayor parte de la maquinaria política que hoy se denomina Unidad Nacional.
La casa Gaviria
Las relaciones entre Vargas Lleras con la Casa Gaviria, en especial con su papá, el expresidente César Gaviria, no han sido las mejores. Sin embargo, es claro que cada vez están más cerca y hasta reuniones se han dado. Eso generó el ofrecimiento que para los dos resulta ganador.
Simón Gaviria en el director del DNP y maneja la implementación de proyectos para la inversión de millonarios recursos de regalías. No es ajeno al manejo de presupuesto y podría dar el paso a la ejecución, tal como lo ha hecho Vargas Lleras durante cuatro años en la vicepresidencia, donde ha entregado cerca de 140 mil casas y las vías 4G más importantes del país. Gaviria aun es joven, y este sería un buen precedente para una futura aspiración.
Vargas Lleras por su parte consolida la alianza con el gavirismo que tiene una fuerza importante en el liberalismo. Gana un aliado electoral como César Gaviria, quien de ganar elecciones sabe, solo ha fracasado en las del plebiscito. Pero fue el autor intelectual de la reelección del presidente Santos cuando el panorama era más preocupante. Además, tendría un aliado de altura para enfrentar el debate que se dará con el uribismo.
Dentro del Partido Liberal la alianza cae como un bombazo a la aspiración del ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, quien tiene radicales diferencias con Vargas Lleras. Para el actual vicepresidente es claro que fue Cristo quien trató de inhabilitarlo cuando en el trámite de la reforma de equilibrio de poderes incluyó un artículo le impedía ser candidato a la Presidencia, se prendieron las alarmas y este ‘mico’ naufrago.
Lo mismo sucede con el senador Horacio Serpa, ya alejado de intereses presidenciales, ha sido un duro crítico de Vargas Lleras,sobretodo en las elecciones regionales, en las que señaló que el vicepresidente hacía política con los recursos públicos. Pero, por la vía de los Gaviria, se podría dar el camino para una alianza, y de esto sí sabe Serpa. Vale la pena recordar que en las elecciones a la Gobernación de Santander apoyó a Didier Tavera, quien cuatro años atrás, fue su enconado rival en la misma disputa por la gobernación.
No obstante, el Partido Liberal tiene una carta fuerte de continuidad de la paz que ha venido adquiriendo valor. El jefe negociador del Gobierno, Humberto de la Calle, quien, con la seriedad que le ha caracterizado, ha preferido no hablar de política. Para finalizar está la solitaria aspiración de Juan Manuel Galán, en este caso la pregunta es ¿nuevamente los Gaviria le darán la espalda a Galán, quien le dio la presidencia a Gaviria en 1989, cuando le entre las banderas de su padre Luis Carlos Galán?
Partido de La U
Desde hace meses se venía hablando de acercamientos entre los Partidos de La U y Liberal. Candidatos tienen varios, Cristo, Viviane Morales, Juan Manuel Galán por el lado del liberalismo. En La U se habla del ministro Aurelio Iragorri, el embajador Juan Carlos Pinzón y hasta del senador Roy Barreras. La baraja es grande pero aun no aparece una figura de peso que pueda ganar la elección presidencial.
La U es el partido que tiene la bancada más fuerte en el Congreso, pero basa su fuerza en pequeños liderazgos regionales que funcionan electoralmente en sus nichos, pero no tiene un proyecto nacional sólido.
Finalmente, una alianza con el liberalismo y Cambio Radical no es nueva, esa fue la coalición que acompañó al presidente Juan Manuel Santos en su reelección y se podría convertir, si llegan a un acuerdo programático, en la forma de garantizar la implementación de los acuerdos de paz. En el mediano plazo podría cuajar lo que denominan la “reunificación liberal” que hasta el momento no ha pasado de titulares de prensa.
Una molestia llamada Vargas Lleras
No todo es color de rosa, la propuesta de Vargas Lleras a Simón Gaviriatiene mucho que ganar. Es un hecho que el vicepresidente se ha dedicado a hacer campaña, entregar casas, vías y establecer alianzas en políticas en diferentes regiones. En la Costa Caribe utilizando como punta de lanza a los Char, en Bogotá teniendo como principal aliado al alcalde Enrique Peñalosa y ahora en Santander donde incluso se ha acercado a Opción Ciudadana del coronel Hugo Aguilar y sus hijos el exgobernador Richard Aguilar y el senador Mauricio Aguilar, pero también tiene detractores y puntos débiles.
Los tiene en el Partido Liberal con Horacio Serpa y ahora con mayor fuerza el ministro de Interior, Juan Fernando Cristo. Los tiene en el Partido de La U con el senador Roy Barreras y con mayor vehemencia en el presidente de esta colectividad, Armando Benedetti, quien cada que puede le lanza un sablazo.
Claro está, el tema que se abre paso para el debate presidencial la corrupción. Los ciudadanos están cansados de escándalos como el de la Refinaría de Cartagena (Reficar) donde se habrían dilapidado cerca de $8.5 billones, según la Contraloría. Ahora asoma el escándalo Odebrecht, por el pago de coimas para la asignación de millonarios contratos. Cambio Radical, su partido, no queda bien parado, ya son 10 funcionarios públicos elegidos con las banderas de la colectividad que han sido sacados de sus cargos. Algunos como los exgobernadores de La Guajira, Kiko Gómez y Oneida Pinto, tenían cantada su destitución. Así arranca la disputa presidencial.
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