El senador Roy Barreras que hoy quiere echar por tierra la importancia y el significado de las fiestas navideñas para la unidad de la Nación, ha comparado al gobierno del presidente Duque con el reinado de Luis XVI,  por cuenta de las celebraciones que con motivo del nacimiento de Cristo se llevan a cabo en Casa de Nariño. Su olfato de zorro de Parlamento no le permite guardar ninguna clase de respeto a las creencias religiosas del pueblo colombiano como para asumir que no sabe qué celebra la figura que por excelencia representa a la totalidad del pueblo colombiano.

Lo que con prueba en mano sabemos qué  si celebra Roy Barreras, es haber salido indemne del escándalo que lo vinculaba con la presencia de grandes sumas de dinero en efectivo en su residencia. Acaso, ¿no era Luis XVI el que mientras el pueblo de Francia pasaba poseía un gran tesoro?, tal como el que le fue incautado a Roy. Hay que traer a colación lo que le sucedió a Roy para distinguir más perfectamente las similitudes con el otrora derrocado emperador de Francia.

En 2012 una banda delincuencial caleña denominada “R-15” protagonizó un cinematográfico atraco a un apartamento del edificio La Flora en la capital vallecaucana. Los bandidos se llevaron 1200 millones de pesos que había en esa residencia que más bien parecía ser una caleta.

No es normal que alguien posea esa monumental cifra de dinero en efectivo.

El apartamento, que estaba siendo vigilado por una modista y un conductor de familia, era del senador Roy Barreras.

Gracias al poder del congresista, la justicia no ha avanzado en esa investigación ni se han dado las respuestas frente a los hechos. ¿Por qué un senador tiene en uno de sus apartamentos 1200 millones de pesos? ¿Un congresista gana 28 millones de pesos al mes. Por qué el doctor Barreras guardaba el equivalente a 43 meses de salario en un apartamento? El país no soportaría que al final del día resulte imponiéndose la tesis de que Barreras mantiene su dinero en efectivo porque no confía en el sistema bancario colombiano.