Por: Benedicto Truman.
‹‹Por el bien de la nación, no deberíamos encenderle palos a la convulsión social que azuza la violencia social y política y que tristemente puede traernos más muertes de las que hemos tratado de evitar.››
Colombia está cansada de vivir en la incertidumbre de los discursos contra gobierno que terminan haciendo mal al país y dividiéndonos aún más. Reprochables son aquellos que echan a rodar cuentos para promover movilizaciones en nombre de idearios de ideologías retardatarias y que utilizan cualquier dato para mal interpretan la realidad colombiana. Incautos son aquellos que terminan presos de la carreta discursiva de quienes solo tienen intereses de poder y guardan pocas buenas intenciones para con el bienestar de la nación.
Aprovechan el contexto incendiario que ha tomado lugar en la región en los últimos días, tal como sucedió en Chile y en Ecuador, para reavivar ánimos pendencieros y dejar en negro a los colombianos. Traída de los cabellos es la propuesta de un Paro Nacional que presenta en negro a los colombianos y nos pone en un fondo de sangre mientras la bandera de Colombia se abate en media de la furia destructiva.
El discurso vacío de los anti neoliberalistas se estanca reproduciendo alguna que otra máxima de un pensador granado y que al estilo de las profecías sagradas, repiten como loras parlanchinas tanto los cuenteros como los borregos. En vez de centrarse en los datos concretos reproducen interpretaciones a partir de preconcepciones de las agendas de gobierno y de los instituciones monetarias internacionales. Vamos a los datos.
Contra el discurso que promueve la mala de imagen de Duque, contra los indicadores de la situación que falsamente se endilga a su gestión, y a pesar de los truncados de la reforma tributaria, los organismos financieros multilaterales aguardan esperanzas para Colombia. Y con datos en mano.
Uno de los mejores desempeños en el continente, la economía que más crece de la región, la colombiana crece en 2019 a un porcentaje de 3,4% y se espera que para 2020 sea de 3,6%. Lo que no se dice en el discurso antiduquista es que el aumento del consumo privado y a la fuerte inversión ha jalonado los indicadores del país y ha contribuido al bienestar material de los nacionales.
Aún más. Todo indica que la inflación se reducirá a un 3% y que el Banco de la República tiene amplio espacio para timonear los choques externos. En el segundo trimestre del año la economía del país mejoró gracias a que aumentó el consumo privado y el gobierno se ha mandado más fuertemente la mano al bolsillo con un mayor gasto público.
Así las cosas, son solo discursos incendiarios y diatribas ideológicas las que pretenden echar al país por el abismo de la convulsión azuzando un conflicto social que ha querido apagarse en los últimos años con los acuerdos de paz y del que tristemente le echan la culpa de su incremento al presidente Duque, heredero de la gestión de Santos.
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