Al parecer Rodolfo Hernández tenía razón al referirse a Sergio Isnardo Muñoz, como “prostituta” ya que “lo han manoseado” todos los sectores políticos e instituciones de Bucaramanga y Santander.

Hoy, las redes sociales están explotando luego del debate donde participarían todos los candidatos a la Alcaldía de Bucaramanga para presentar su plan de desarrollo para la ciudad, pero que dejó muy mal parado al candidato avalado por MAIS y ASI.

El aspirante Muñoz, se dedicó a atacar a sus contrincantes en términos poco certeros que desencadenaron en una ola de rechazos hacia su ya deficiente propuesta de gobierno.

Como si fuera poco, empezaron a salir a la luz, algunas de las roscas políticas que Muñoz tuvo hace poco tiempo con la Agencia Nacional de Hidrocarburos y de la Secretaría de Planeación Departamental de Santander.

Con un sueldo no menor a los 11 millones de pesos, Sergio Isnardo se unió como profesional a la Agencia Nacional de Hidrocarburos, donde tuvo dos contratos de prestación de servicios por su asesoría.

Para quienes no saben el ahora candidato, estuvo bajo la gobernación de Tavera, cuando es bien conocido que Muñoz no comparte la línea política del actual gobernador. Entonces, ¿Corrupción o mérito?.

La recomendación para la decadente candidatura de Muñoz, en plena recta final es que se aboque a construir un plan de trabajo serio, más allá de falsas promesas electorales y populistas como el metro de Bucaramanga, que no tiene fundamento ni presupuestario, ni estudio de factibilidad.

Otro politiquero más que se suma a la lista de los aspirantes con intenciones oscuras para ocupar la quebrada administración que dejará Rodolfo Hernández, este 27 de octubre.