Es un agente de alto nivel, miembro de la Brigada de Acciones Especiales de la Policía Científica, y también exjefe de operaciones de la División Aérea del cuerpo policial. Su salto a una cierta fama se dio cuando interpretó en 2015 a un policía en el rescate de un secuestro en la película ‘Muerte suspendida’.

Sin embargo, las imágenes de sus presuntas últimas acciones al mando de un helicóptero han llegado a un público internacional como difícilmente habría alcanzado con el cine. Sus últimos movimientos han puesto en alerta al gobierno de Venezuela y su presidente Maduro los ha calificado como «escalada golpista».

Óscar Pérez, también buzo de combate y paracaidista libre, es «un hombre que sale a la calle sin saber si va a volver a casa porque la muerte forma parte de la evolución», según contó en 2015 al diarioPanorama. Pérez es el principal sospechoso de haber pilotado el helicóptero de la policía científica que en la tarde de este martes disparó y lanzó granadas contra edificios del gobierno venezolano y atemorizó a sus vecinos del centro de Caracas.

Los vídeos del helicóptero han tomado las redes sociales. Sonidos de disparos y granadas mientras sobrevuela el Tribuna Supremo venezolano se entremezclan con la voz de asombro y miedo de los vecinos mientras graban desde una ventana. «¡Ay, tiraron una bomba, mira! Estoy temblando, ‘son tiros, son tiros! Ay, dios mío», dice una mujer en una de las grabaciones.

El ataque fue repelido por la Guardia Nacional Bolivariana, pero el helicóptero huyó y se desconoce su paradero.

El presidente Maduro denunció: «Este es el tipo de escalada violenta que he venido denunciando». Y exigió a los opositores que condenaran la acción, que según la versión del régimen consistió en 15 disparos contra a sede del Ministro de Interior y de Justicia y cuatro granadas sobre el edificio del Supremo. No hubo heridos. 

El helicóptero mostraba una pancarta que decía «350 Libertad», en alusión al artículo 350 de la Constitución que insta a los venezolanos a no reconocer a un régimen que contrarie las libertades democráticas. 

El instructor, de 36 años, colgó un vídeo en Instagram en el que, a cara descubierta y cercado por cuatro presuntos militares armados con fusiles y con la cara encapuchada, decía: «Tenemos dos opciones, ser juzgados el día de mañana por nuestras consciencias y el pueblo. O a partir de hoy, librarnos de este gobierno corrupto. Somos Guerreros de Dios y nuestra misión es vivir al servicio del pueblo. ¡Viva Venezuela! ¡Que viva!».

En otro vídeo de una serie de 5, hace un llamamiento al apoyo de los venezolanos, niega asociación partidista pero dice estar del lado de Jesucristo, y asegura formar parte de «una coalición de funcionarios, agentes policiales y civiles en búsqueda del equilibrio y en contra de este Gobierno transitorio y criminal».

El ataque tiene lugar en medio a una escalada de violencia en las protestas callejeras que ha dejado 80 muertos por la represión policial. Las marchas crecieron y se tornaron crónicas cuando el Supremo venezolano decidió asumir el control y el poder de la Asamblea Nacional.

Se inhabilitó así al poder legislativo, mayoritariamente opositor a Maduro, mientras la crisis económica y de abastecimiento, la brutal inflación y un repunte de la violencia y los homicidios seguían golpeando el día a día de los venezolanos.

FUENTE: PLAY GROUND MAG