La revista británica The Lancet acaba de publicar un Índice de Acceso y Calidad Sanitaria en el que mide la evolución de los sistemas médicos de 195 países. El estudio, que cubre el período comprendido entre 1990 y 2015, mide la mortalidad asociada a todo tipo de enfermedades: cáncer, enfermedades cardiovasculares, diabetes, infecciones respiratorias, dolencias digestivas, desórdenes maternales o neonatales…

El informe toma cifras oficiales, de manera que los datos proporcionados por Venezuela y Cuba son tan poco fiables que deberían haber sido descartados de la clasificación final, tras décadas de acreditada manipulación en sus estadísticas sanitarias. Para el resto de la región, los datos oficiales son bastante fiables, de manera que el estudio de The Lancet ofrece una mirada realista a la realidad sanitaria de América Latina.

El país que obtiene un mejor resultado es Chile, que en 1990 apenas recibía 58,8 puntos sobre 100 pero que alcanzó 76 puntos en 2015. El podio lo completan Costa Rica y Uruguay, que obtenían 62,1 y 60,8 puntos en 1990, pero han llegado a 72,9 y 72 puntos en 2015. Cierran el top cinco Perú y Argentina, que han pasado de 45,9 a 69,9 y de 57,4 a 68,4 puntos, respectivamente.

En la zona media de la tabla están países como Colombia (de 51,1 a 67,8 puntos), Brasil (de 50,1 64,9 puntos), El Salvador (de 44,3 a 64,4 puntos), Panamá (de 52,9 a 64,4 puntos), Nicaragua (de 49,7 a 64,3 puntos), México (de 49,2 a 62,6 puntos) y República Dominicana (de 47,9 a 62,5 puntos). Tiene especial mérito el progreso de Perú, que ha mejorado su nota un 52 por ciento entre 1990 y 2015.

Las peores posiciones de la calificación son las que reciben Ecuador (de 45,4 a 61,2 puntos), Paraguay (de 53 a 60,4 puntos), Bolivia (de 40,5 a 59,2 puntos), Guatemala (de 40,1 a 55,7 puntos) y Honduras (de 42,3 a 53,9 puntos). Especialmente decepcionante es lo ocurrido en Paraguay, que solo mejora su calificación un 14 % entre 1990 y 2015, frente al avance medio del 29 por ciento vivido en la región.

La puntuación media de América Latina ha crecido de 50,1 a 64,7 puntos entre 1990 y 2015. Todos los países mejoran su calificación, pero la evolución es dispar, ya que hay casos de espectacular mejora como el de Perú y otros de preocupante estancamiento como el de Paraguay.

La brecha entre Europa y América Latina se ha mantenido casi inalterada entre 1990 y 2015. La calificación media del Viejo Continente era de 73,2 puntos en 1990, 23,1 puntos por encima de los 50,1 que registraba entonces América Latina. En 2015, los países europeos alcanzaban una nota de 86,8, 22,1 puntos por encima de los 64,7 puntos de América Latina.

De acuerdo con los resultados del informe, la sanidad europea es un 34,1 % más eficiente que la latinoamericana a la hora de evitar que las enfermedades evaluadas resulten en un fallecimiento.

FUENTE: PAN AM