El capitán Francisco Corona consideró «muy prematuro dar por hecho que el accidente fue producto de un error humano o técnico». Indicó que este tipo de investigaciones duran como mínimo 12 meses aunque pueden prolongarse por años.

El vuelo de la aerolínea LaMia que se estrelló el pasado lunes en territorio colombiano -lo que provocó la muerte de 71 personas, entre ellas los integrantes del equipo de futbol brasileño Chapecoense-, violó las normas internacionales sobre el uso de combustible, consideró Francisco Corona, secretario de Prensa de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA).

El capitán destacó que estas normas internacionales establecen que todo plan de vuelodebe garantizar suficiente combustible para cubrir la ruta de origen-destino, y otra cantidad que le permita enfrentar una “operación frustrada“, es decir, para trasladarse a un aeropuerto alterno en caso de alguna contingencia. Además, debe tener combustible para cubrir 30 minutos adicionales de vuelo.

A nivel local, cada gobierno y aerolínea establecen normas complementarias. Por ejemplo, en México se estipula que además de esa cantidad de combustible, cada avión tenga un 3 por ciento adicional, y algunas empresas aéreas dan la facultad a sus pilotos para que -a su juicio-, pidan más combustible en función de las condiciones meteorológicas, de saturación y demoras.

De acuerdo con el audio de la caja negra hecho público, el capitán Corona Carrasco manifestó que la controladora aérea actuó de manera adecuada pues activó el sistema primario para conocer la localización, altitud y velocidad del vuelo.

Sin embargo, por fallas técnicas, sólo pudo saber la posición. “Ella hizo lo posible para salvar la vida de los pasajeros“.

El vocero de ASPA precisó que es muy prematuro “dar por hecho que el accidente fue producto de un error humano o técnico“. Por ejemplo, la escasez del combustible pudo deberse a fallas administrativas pues el indicador de combustible de la pipa que abasteció al avión y el de la propia aeronave, pudieron tener problemas y no registrar la cantidad exacta del queroseno.

Indicó que la experiencia internacional señala que este tipo de investigaciones duran como mínimo un año, durante el cual la aerolínea involucrada -en este caso LaMia-, se encuentra en “absoluto escrutinio de sus manuales, procedimientos  y documentos, para no descartar ninguna línea de investigación”.

En ese sentido, recordó el caso del vuelo de Aeroméxico que el 31 de agosto de 1986 se estrelló en Cerritos, California, cuando cubría la ruta México-Los Ángeles, luego de que una avioneta lo alcanzó, le pegó en el timón y provocó que ambas cayeran.

Fernando Corona señaló que luego de un litigio de 10 años, el gobierno de Estados Unidos aceptó que el responsable fue el operador de la torre de control y no los pilotos mexicanos, como se afirmó durante todo este tiempo.

Incluso, se realizó un homenaje póstumo a los pilotos en Cerritos, para limpiar su nombre y deslindarlos de cualquier responsabilidad sobre el accidente, concluyó el piloto Fernando Corona.