Los senadores Ernesto Macías (Centro Democrático) y Jorge Enrique Robledo (Polo) le han pedido a la plenaria del Senado votar a favor la moción de censura que han propuesto contra el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas Santamaría, por su responsabilidad en la venta de casi el 60% de las acciones con las que el Estado controlaba la empresa Isagen.
Robledo dijo en el debate que tiene “la íntima convicción” que la venta de Isagen fue “un torcido”, “un negocio turbio”, y reveló once indicios para demostrar que hubo una colusión, o un acuerdo de voluntades, entre el gobierno y las dos firmas que anunciaron su participación en la subasta (la canadiense Brookfield y la chilena Colbún, que finalmente se bajo de la puja), para “defraudar el patrimonio público” del Estado colombiano.
El senador del Polo dijo que el proceso de subasta fue ilegal y adelantado a las escondidas, pues se abrió el 23 de diciembre y finalizó el 13 de enero con la venta de las acciones, por 6,5 billones de pesos, a la canadiense Brookfield. No buscaron más oferentes, dice, como señala las normas básicas del mercado, con el propósito de que el precio de las acciones subieran en la puja.
Dice que a los oferentes se les dio solo siete días de plazo para allegar la documentación y pagar las costosísimas pólizas. Las cuales solo presentó la firma canadiense.
A Brookfield, dijo Robledo, le concedió la póliza el banco Colpatria, que en Colombia es el banco Scotia Bank que tiene nexos con esa firma a través de algunos miembros de su junta directiva.
Robledo cuestiona que el pasado 2 de enero el presidente Juan Manuel Santos hubiera dicho que la subasta tendría un precio base de 6.5 billones de pesos y que en la puja crecería el valor de Isagen para “venderla al mejor precio posible”. Sin embargo, censura que se haya llevado a cabo el proceso con solo un oferente. “Eso es ilegal”.
El senador del Polo consideró que la subasta se podía aplazar o cancelar, pues no hay una sola norma vigente que lo impidiera, y que tenía el poderoso argumento de que solo existía un oferente. Así lo había advertido el Consejo de Estado, pero el ministro Cárdenas hizo caso omiso. “Una subasta de un oferente es un fraude, una trampa. Esto no es ninguna subasta. Se inventan la subasta de a uno y entonces ahora hay que aplaudirles su genialidad”, explicó.
Minutos antes intervino Ernesto Macías en un accidentado discurso. El senador del Centro Democrático aprovechó para recordarle al ministro escándalos del pasado, como el de Dragacol (cuando fue ministro de Transporte en el gobierno de Andrés Pastrana) y hasta el de Reficar. De inmediato saltaron senadores como Roy Barreras a censurar la intervención argumentando que el congresista se estaba refiriendo a temas por los que no había sido convocado la plenaria. Incluso se acogió al artículo 135 del reglamento del Congreso para advertir que la moción de censura ya estaba viciada. “El senador Macías se ha salido del cuestionario por lo que esta moción de censura ya no procede”. Dos veces lo interrumpió.
Macías le pareció muy curioso que la Unidad Nacional exigiera aplicar estrictamente el reglamento, cuando en el Senado lo vulneran cada vez que deciden no asistir a las plenarias. Y sin ocuparse del tema de Isagen destapó ocho contratos que Jorge Hernán Cárdenas, hermano del ministro de Hacienda, ha suscrito con el actual gobierno.
Como socio de la firma Oportunidad Estratégica LTDA, el hermano del ministro suscribió dos contratos con la Policía, uno con el Fondo para la Paz, otro con Planeación Nacional, uno con el Sena y uno millonario con Computadores para Educar, que sumados ascienden a $12.800 millones. “¿Será que el ministro de Hacienda no se ha dado cuenta de que su hermano es uno de los grandes contratistas en el actual gobierno.
“¿Será que el ministro de Hacienda no se ha dado cuenta de que su hermano es uno de los contratistas del Estado? ¿No es esta una razón para que se digne a renunciar a su cargo?”, dijo.
Robledo pidió coherencia al Senado y votar a favor de la moción de censura contra el ministro Cárdenas. “El Senado tienen una buena ocasión de actuar con independencia, aunque sé de las inmensas presiones, unas más abiertas y otras solapadas. Pero las encuestas señalan que el 85 % estuvo en contra de la venta de Isagen, y 80 de los senadores aquí presentes le enviamos una carta al presidente Santos para que no vendiera Isagen y le importó un pito. Aquí el Senado aprobó una norma contra la privatización de empresas del Estado y el gobierno la tumbó en la Cámara. La semana entrante debemos votar para que el ministro Cárdenas renuncie, pero ojalá no vengamos a condecorarlo”.
Varios partidos políticos han definido públicamente sus posturas. El Partido Conservador anunció su voto en contra de la moción de censura. El senador Eduardo Enríquez dijo que se trata de uno de los mejores ministros de Hacienda. Los verdes dejaron en libertad a sus senadores. Jorge Prieto anunció su respaldo al ministro, pero Claudia López explicó sus razones para votar por la moción.
FUENTE REVISTA SEMANA
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