La senadora Maritza Martínez, conocida en el oriente del país como “la cacica llanera” y quien siempre ha conservado un bajo perfil en el congreso, ha tratado de hacerse notar en los últimos días reclamando los créditos por supuestamente haber evitado que los tampones, las toallas higiénicas y otros productos de aseo femenino fueran gravados con nuevos impuestos en la nueva reforma tributaria.
La polémica congresista que se ha ufanado por sus redes sociales y algunos medios de comunicación de haber evitado que el gobierno le metiera ese gol a las mujeres colombianas, falta totalmente a la verdad. Pues según la propia página del congreso, quien propuso y lideró a los senadores para votar en contra de este artículo, fue la senadora Olga Suarez Mira.
Maritza Martínez quien aparece poco ante las cámaras, pues no es de su interés dar mucho de que hablar, hace parte de una de las castas políticas más poderosas del país. Su pasada campaña al senado es recordada en Villavicencio, Puerto López y otros municipios del Meta por la extravagante publicidad y los cientos de millones que se gastó contratando a mototaxistas y transportadores para que apoyaran su causa; llegar al senado.
Queda preguntarle a la gente de esa zona del país si la hoy congresista ha cumplido todas sus promesas de campaña, pues si miente como lo hace ya siendo senadora, es difícil imaginar lo que tuvo que inventar para que en su tierra votaran por ella.
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