“Nuestro deber es velar por los derechos humanos de todos”. EFE/ORGANIZACIÓN G20

Santiago de Chile, 10 dic (EFE).- El presidente de Chile, Sebastián Piñera, llamó hoy a sus compatriotas a “aprender de las lecciones que nos entrega la historia”, en un acto conmemorativo del 70 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Durante el acto, celebrado en la Plaza de la Constitución, frente al Palacio de La Moneda, sede del Ejecutivo, Piñera subrayó que el compromiso de su Gobierno con esa Declaración “es comprender y abarcar los derechos fundamentales” incluidos en el documento.

“Nuestro deber es velar por los derechos humanos de todos, pero especialmente con preocupación y dedicación con los derechos de los más vulnerables y desprotegidos, y que requieren una acción especial del Estado, por ejemplo niños y adolescentes cuyos derechos han sido muchas veces no respetados en nuestro país”, dijo.

También, añadió, “los derechos de los chilenos que viven en condiciones de pobreza, adultos mayores, enfermos, personas con discapacidad, de nuestros pueblos indígenas, de los que están privados de libertad, de los que son discriminados arbitrariamente por su condición sexual, y los derechos de los migrantes”.

El mandatario conservador no aludió al anuncio difundido este domingo por el subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, de que su Gobierno no suscribiría el Pacto Global de Migración de Naciones Unidas, que contiene 23 objetivos para la cooperación entre los países y compromisos sobre la trata de personas y condiciones y derechos de los migrantes.

Ubilla aseveró que para el Gobierno de Chile, la migración no es un derecho humano.

Piñera, este lunes, dijo que el Estado y la sociedad civil “tienen una gran tarea por hacer, porque ningún país está inmune al atropello a los derechos humanos y consideró importante que un país como Chile “tenga una actitud de alerta” en relación con el respeto de los derechos humanos.

En ese contexto, recordó “momento oscuros de nuestra historia”, cuando los derechos humanos fueron violados “por los propios agentes del Estado”, como durante “los 17 años del régimen militar” en alusión a la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).

También mencionó la matanza de la escuela Santa María de Iquique, ocurrida en diciembre de 1907 en esa ciudad, donde el Ejército mató a unos 3.600 hombres, mujeres y niños durante una huelga de obreros del salitre.

Asimismo, la matanza de Lo Cañas, en las afueras de Santiago, donde cerca de un centenar de opositores fueron asesinados durante la guerra civil de 1891.

Según Piñera, “no hay ninguna circunstancia” que justifique el atropello de los derechos humanos.

Al culminar la ceremonia, Piñera descubrió una placa instalada en el centro de la plaza, que tiene grabado el artículo 1 de la Declaración Universal de Derechos Humanos (“Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos, y dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”).

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