Actrices de Hollywood marcharon entre la comunidad latina junto a sus guardaespaldas para convocar a las urnas. (EFE/Giorgio Viera)

En las vísperas de los comicios del 6 de noviembre, el voto hispano ejerce influencia en las urnas. Pues ya suma 29 millones de votantes, 4 millones más que en el 2014.

Para tener una idea más clara de cuántos votantes son proporción, hasta el momento 30 millones de estadounidenses, o sea 1 millón más que el total de los hispanos, ya votó. Pues existe en EEUU la modalidad del voto temprano.

“Los hispanos pueden ser decisivos en las elecciones de medio mandato de Estados Unidos en función de su nivel de participación, aunque las previsiones son muy abiertas para ambos partidos”, según explicó hoy Ana González Barrera, investigadora sénior del Pew Research Center de Washington.

Sin embargo, en proporción a la cantidad de hispanos que habitan en los EEUU, el número no es tan significativo. En las anteriores elecciones parciales, donde se determina a los legisladores y puestos de gobierno locales, solo 27 por ciento de los hispanos votó.

Ahora se eligen 35 senadores, 435 miembros de la Cámara de Representantes, 36 gobernadores y otros muchos cargos estatales y locales.

El centro de investigación Pew Research Center destaca que entre las disparidades del voto hispano hay “una brecha entre los hispanos hombres y mujeres”, pues indica que “las mujeres (hispanas) están más preocupadas y desaprueban más la situación del país”.

Uno de los temas que más se presume afectará el voto latino es la caravana de migrantes proveniente de centroamérica y que atraviesa Mëxico, pero González Barrera afirmó “no lo veo”.

Destaca que más influye frente a la ausencia de votantes el bajo nivel de inglés, por ejemplo.

Pero lo que más resalta es cómo la prominencia de mujeres latinas influye en el voto.  Pues, desde que Trump está en el poder, ha habido una polarización en la sociedad donde se posiciona al mandatario como enemigo de las mujeres y las minorías étnicas, de modo que la mujer latina se vería doblemente amenazada.

Por ejemplo, las actrices y activistas Zoe Saldana, Eva Longoria, América Ferrera y Gina Rodríguez participan en el evento “Latinas en Marcha” el  domingo 4 noviembre de 2018, en el barrio Pequeña Habana de Miami, Florida (EEUU) pidiendo “poner fin a la agenda de Trump contra la comunidad latina” y pasando por alto que un movimiento supremacista racial como el Ku Klux Klan nació en el partido demócrata, por el que hoy hacen publicidad.

Las populares actrices se unieron a la Nueva Mayoría de la Florida, la Coalición de Inmigrantes de la Florida, el Centro para la Acción de la Democracia Popular y el Proyecto de Victoria Latina en el evento “Latinas en Marcha”, a través del cual se anima a las mujeres hispanas de Estados Unidos a que voten en las elecciones legislativas del 6 de noviembre.

En las elecciones presidenciales el voto cubano apoyó mayormente al partido republicano.(Pew Research)

No obstante, desde otros sectores más conservadores de la comunidad hispana, en particular el caso de los cubanos de primera y segunda generación, es precisamente porque quieren prosperidad para los migrantes y para todos los que viven y quieren vivir en los EEUU es que no se puede respaldar políticas de migración indiscriminada que agrandan el tamaño del Estado y por tanto aumentan la presión fiscal sobre los ciudadanos y en consecuencia la dependencia estatal de los mismos.

Es decir, luchan porque el país en el cual se asilaron no se convierta en los países de los cuales huyeron.

Y es que las mujeres latinas que toman las calles y van a las urnas urgidas por presión y propaganda pasan por alto y probablemente ignoran que fue precisamente en el partido republicano donde hubo por primera vez una mujer latina en el gabinete (bajo Reagan), Linda Chávez, así como llegó por primera vez bajo la bandera republicana al congreso una latina, cubana, Liliana Ros-Lehtinen.

Sin embargo, tras la jubilación de la congresista republicana, que ha representado a Miami y sus alrededores en la Cámara baja en Washington desde 1989, que repudió enfáticamente la normalización de las relaciones entre EEUU y Cuba, donde congresistas y el propio presidente Barack Obama a saludar al dictador Fidel Castro.

Gracias al fin de la carrera política de la congresista es que las calles de Miami pudieron ahora ser plataforma para los bienintencionados simpatizantes del Estado grande que lograron callar la voz de quienes se pronuncian contra el Gobierno de Cuba y últimamente también contra Venezuela y Nicaragua.

Estos activistas también pasan por alto que fue bajo el mandato de Obama que la normalización de las relaciones con la dictadura del país vecino requirió el fin de la amnistía a los cubanos que pisaban suelo americano. De modo que el partido demócrata fortaleció al régimen de los Castro y cerró la puerta a los cubanos.

“Los servicios secretos cubanos quisieran que se destruyera o debilitara la alianza entre los legisladores cubano-americanos (…), que han mantenido vivas las sanciones contra los regímenes de Cuba, Venezuela y Nicaragua”, declaró el escritor y analista político Carlos Alberto Montaner.

El analista y periodista cubano sostuvo que es la primera vez que está en peligro esta alianza y que “los servicios secretos cubanos trataron de destruir judicialmente al senador demócrata Bob Menéndez”, un cubano-estadounidense asentado en Nueva Jersey.

“No pudieron, pero en estas elecciones han vuelto (los servicios secretos cubanos) a las andadas” en coincidencia con la retirada de Ileana Ros-Lehtinen y las “posibles derrotas” de los republicanos María Elvira Salazar y de Carlos Curbelo, remarcó.

De modo que como sucedió en las elecciones presidenciales, personajes de la farándula permeabilizan la influencia política, ejercen presión mediática y social sobre una comunidad vulnerable, como es la mujer migrante recién llegada y al hacerlo, destruye la alianza que ha forjado la primera mujer latina que llegó al Congreso buscando mayor libertad y rechazando frontalmente la complicidad del gobierno de los EEUU con regímenes dictatoriales.

 



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