Bolsonaro todavía no es presidente y ya logró que Cuba pierda su mayor recaudación, el salario de los médicos que exporta. (Fotomontaje de PanAm Post)

Desde La Habana, el gobierno cubano anunció que prefiere retirar a sus médicos de Brasil antes que pagarles la totalidad de su salario, que hasta ahora recaudaba el gobierno.

Llega un momento que te cansas de ser un esclavo“, dijo Mairelys Álvarez Rodríguez, una de los médicos que presentó una demanda ante la justicia brasilera, en vista que observaron que “las condiciones para los otros médicos eran totalmente diferentes. Podrían estar con su familia, traer a sus hijos. Los salarios eran mucho más altos”. Estas acciones están en marcha hace meses.

Sin embargo, el Ministerio de Salud negó que el gobierno se apropia del salario y el 14 de noviembre el régimen declaró que el programa social “Más Médicos” se retira de Brasil, como respuesta a las palabras “amenazantes y despectivas” del presidente electo Jair Bolsonaro.

Su lucha declarada contra el socialismo incluye no cooperar con los regímenes totalitarios que se enriquecen a expensas del empobrecimiento y explotación de sus habitantes, como sucede con los médicos cubanos que trabajan mientras su gobierno recauda su salario.

“Quien viene aquí procedente de otros países gana un salario integral. Los cubanos ganan aproximadamente el 25 % del salario. ¿El resto va para alimentar la dictadura cubana?”, cuestionó Bolsonaro el pasado 3 de noviembre.

“Ante esta lamentable realidad, el Ministerio de Salud Pública (MINSAP) de Cuba ha tomado la decisión de no continuar participando en el programa ‘Más Médicos’ y así lo ha comunicado a la directora de la OPS (Organización Panamericana de la Salud) y a los líderes políticos brasileños que fundaron y defendieron esta iniciativa”, contestó un comunicado de la entidad.

La reacción surge no solo en respuesta a la explotación de los trabajadores de la salud, sino a la crítica de su preparación y consigo al sistema educativo cubano, ambos elementos claves para la propaganda y como tal la conservación del régimen.

Actualmente, más de 11.000 médicos cubanos trabajan en Brasil. En vista que pronto asumirá la presidencia, Bolsonaro puso como condición la revalidación del título de los médicos y lo declaró “como única vía la contratación individual”, es decir evaluando a cada profesional y contratarlo por sus aptitudes, no su nacionalidad.

Pero el régimen cubano insiste que “las modificaciones anunciadas imponen condiciones inaceptables e incumplen las garantías acordadas desde el inicio del programa, que fueron ratificadas en el año 2016 (…) Estas inadmisibles condiciones hacen imposible mantener la presencia de profesionales cubanos en el Programa”.

Aunque Bolsonaro no anunció poner fin al programa que lleva atención médica a más de 700 zonas rurales de difícil acceso, sí dijo que debe haber cambios. Para comenzar, los médicos cubanos deberían cobrar ellos (y no el gobierno) su salario. También, de acuerdo al discurso profamilia que empleó en su campaña, pide que no se separen más familias cubanas, sino que estén junto a los médicos.

“Infelizmente, Cuba no aceptó”, dijo Bolsonaro en redes sociales.

Pero el régimen cubano no está de acuerdo, pues una modificación de esta índole lo privaría de su mayor fuente de ingresos y pone en riesgo su reputación de altruista internacional.

Solo en el 2016, los médicos cubanos que trabajan en el extranjero produjeron cinco veces más que la industria del turismo. Los médicos generaron USD $11.543 millones anuales, mientras que el turismo USD $2.800 millones.

Cabe resaltar que en Cuba el salario estatal promedio apenas supera los 30 dólares al mes, de modo que exportar profesionales implica tanto ahorro como ganancia para el régimen y también para quien migra. Sin embargo, no es mutuo ni proporcional el beneficio.

Luego de haber atendido a 11,3 millones de brasileros, el régimen socialista decidió que los más de 11.000 médicos cubanos que trabajan en Brasil deben retornar, porque Bolsonaro cuestionó su preparación y condicionó su permanencia.

La reacción fue inmediata. Solo ayer llegaron 500 médicos cubanos a Venezuela desde Brasil. Es decir, sin haber asumido la presidencia, Bolsonaro ya está generando un impacto nacional y regional por sus declaraciones

Marcó un hito: el nuevo Brasil no será cómplice.



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