El actor Alfredo Casero tomó distancia del oficialismo, al que comenzó a criticar duramente.

El Gobierno de Mauricio Macri y Cambiemos ha tenido serios inconvenientes a la hora de comunicar. Una de las peores consecuencias de esa falencia fue la falta de claridad sobre la herencia recibida, tras doce años de kirchnerismo. Cuando asumieron las actuales autoridades, en diciembre de 2015, el desmedido optimismo los puso en un callejón sin salida.
Por entonces se decidió no transmitir al país la gravedad de la situación y confiar en que una “lluvia de inversiones” (incentivada por la confianza en Macri) revertiría la situación. Esto no pasó y a mitad de mandato Cambiemos ya no podía echarle la culpa a quienes habían dejado el poder hace ya largo tiempo.
En medio de esta situación, el Gobierno contó con el vocero perfecto. Alfredo Casero fue el comunicador ideal porque, además de ser un respetado actor, no forma parte del Estado en ninguna forma, no recibió ningún beneficio y, además, explicó “la herencia” mejor que todo el aparato comunicacional del Gobierno con su parábola del flan.
¿Fuego amigo?
Sin embargo, la inacción del Gobierno argentino y su preocupación por complacer más a la izquierda que a su mismo electorado hizo que el prestigioso artista salga a criticar a Cambiemos:
Al Gobierno no le importa tres carajos la gente, lo que dice la gente, lo que piensa la gente y te puede pasar que te ponen una pistola en la cabeza y no le importa tres carajos. Nosotros no votamos para eso.
Para el actor, las autoridades han demostrado que tienen “un culo pesado, con el pecho frío” y que ha abandonado a todos los que pusieron el pecho para que Cambiemos llegara al poder.
“El Gobierno se caga en la gente que votó por ellos, no les importa nada. Lo único que quieren es hacer la plancha hasta las elecciones. Y en las elecciones van a tener que agarrarse el culo porque por esperar y quedarse tranquilos y hablar del flan en vez de poner las barbas en remojo, dejan que todo suceda y la gente la está pasando cada vez peor”, resaltó.
Mucha coherencia y ninguna traición
La crítica del actor hacia el macrismo fue interpretada por varios analistas como una posible traición. Una quita de apoyo en un momento complicado. Sin embargo, la realidad muestra que no hubo un abandono de Casero al oficialismo. Cuando las palabras del actor detallaron el desastre del kirchnerismo, el Gobierno de Macri se benefició de una descripción ingeniosa y capitalizó que se pusiera en la agenda el desastre que dejó Cristina a tres años de finalizar su mandato. Pero el beneficio del oficialismo no se debió a una defensa directa por parte de Casero. El actor explicó la situación que recibió Macri y la imposibilidad de hacer magia de la noche a la mañana. Las palabras de hoy del creador de Cha Cha Cha mantienen la misma coherencia de antes.
Si bien Cambiemos no estaba en condiciones de revertir todos los problemas en un mandato presidencial de cuatro años, sí podía avanzar en esa dirección. Por especulaciones políticas y por mera supervivencia ninguna reforma se hizo y la gente la está pasando mal. Casero tenía razón cuando explicó el país que dejó el kirchnerismo, y la sigue teniendo hoy al decir que el actual Gobierno no tiene otra preocupación que llegar a las elecciones.
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