Para Marx los capitalistas explotan a los proletarios por su plusvalía y el régimen marxista cubano expropia el salario de sus ciudadanos. (Fotomontaje de PanAm Post)

Tanto la acumulación como la explotación capitalista se explican en El Capital de Karl Marx por medio de la “plusvalía”. Ese concepto elaborado por el padre del socialismo científico, establece que es el “excedente monetario” que le arrebata el empresario/capitalista/burgués al obrero.

Pero no plantea la posibilidad que pueda haber explotación por parte del mismo Partido Comunista, que expropia el salario al trabajador, como sucede en Cuba.

Por cada dólar que recibe el régimen por los servicios prestados por sus médicos, el médico recibe ocho centavos.

Es decir, recaudan en la moneda del “imperio” contra el cual ellos y sus simpatizantes dicen luchar.

Existen alrededor de 40.000 médicos cubanos en el mundo. Afuera, la igualdad que pregona el socialismo, no permite que ganen mucho más que lo que cobra un cubano promedio, menos de 30 dólares.

En el ámbito económico el término plusvalía suele ser desestimado, ya que la ganancia que produce el empleado no va solamente (aunque sí mayormente) en su beneficio, si se toma en cuenta los costos de producción; desde servicios básicos (electricidad, agua) hasta el ensamblado y la transportación del producto, entre otros.

No obstante, para la dialéctica marxista que se sostiene a base de la lucha de clases entre el burgués y el proletario, cualquier dinámica que dé indicios de abuso por parte del opresor, en este caso el empresario, afirma la tesis inicial.

Sin embargo, no tiene conflicto alguno en que un régimen político afín a sus ideas extraiga la mayoría del salario de sus trabajadores, siempre y cuando sea en función de la revolución.

Puesto que, así como en una fábrica, parte de la ganancia va en función de la producción misma, en un régimen de economía centralizada, como sucede bajo el socialismo, para que se mantenga a flote, es necesario extraer parte de la producción. Solo que a diferencia del sector privado, el Estado se queda con la mayoría.

Por eso no hay conflicto en el hecho que, sin su consentimiento, 8.332 médicos cubanos que trabajaban en Brasil, serán repatriados como reacción a las declaraciones del presidente electo, Jair Bolsonaro, que les llamó «esclavos de una dictadura».

Para la mentalidad socialista, no existe la voluntad individual. De modo que cualquier excedente es un aporte para el “bien común” y la voluntad de cada médico es secundaria frente al “bien” que le hacen al régimen como instrumentos de la propaganda política de un sistema centralizado.

Es decir, no tienen voz ni voto para decidir dónde vivir, tampoco con quién. Pues viajan sin sus familias. Ese fue otro de los reclamos hechos por Bolsonaro, cuya campaña profamilia le sumó votantes.

El futuro presidente alega que el régimen cubano se queda con el 75% del salario de los médicos, un monto rectificado luego que los galenos llevaron su caso a la justicia brasilera alegando que recibían apenas el 10% de su salario.

Y es que el gobierno de Brasil, a través de los impuestos de sus ciudadanos, no paga a los médicos individualmente, sino que envía el dinero al gobierno cubano para que este pague posteriormente a los médicos.

Por su parte la Asamblea de la Resistencia Cubana apoya la decisión del presidente Jair Bolsonaro.

A través de las redes sociales de la agrupación venezolana que respalda abiertamente a Bolsonaro, así como el diputado Eduardo Bolsonaro que les reconoce como la única fuerza de la oposición, Orlando Gutiérrez Boronat, presidente del Directorio Democrático Cubano, envió un mensaje de gratitud al accionar del presidente electo:

Explica que “tienen derecho a ser pagados directamente” e insiste que “basta ya de que el régimen imperante en Cuba utilice a los cubanos como manos de obra esclava, especialmente a sus médicos”.

Indica que históricamente Cuba se ha destacado por sus médicos que ahora dan “su energía, su vida, su productividad por mantener en el poder a una ideología foránea”.

Gracias presidente Bolsonaro por defender el derecho de los médicos cubanos a sus derechos”, concluye.



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