Por ahora, las cuestiones judiciales del Gobierno anterior siguen moviéndose en beneficio de Cambiemos. (Fotomontaje PanAm Post)

Las especulaciones sobre la relación de las causas judiciales del kirchnerismo y las conveniencias político electorales del Gobierno actual no se detienen. ¿Le conviene a Mauricio Macri que Cristina Kirchner sea detenida y desaparezca de la oposición? ¿La libertad de la expresidente garantiza un peronismo dividido? ¿Se “banca” el macrismo la crisis económica sin el contraste que otorgan los repudiables hechos de corrupción del Gobierno anterior? Las noticias de las últimas horas no hacen más que profundizar este debate: La exmandataria consiguió la falta de mérito en una de las causas que la aquejaban, pero dos de sus laderos sufrieron nuevos embates judiciales. Mientras tanto todo sigue igual y en beneficio del oficialismo. Kirchner sigue ocupando su rol de opositora y postergando cualquier unidad peronista, pero todos los medios a diario tienen noticias para recordar los desastres de los funcionarios del gobierno 2003-2015.

Ruta del dinero K: por ahora, falta de mérito para Cristina

Sebastián Casanello dictó la “falta de mérito” de la expresidente en una de las causas de lavado de dinero y manifestó que debe continuarse la investigación para determinar la “concreta intervención de Kirchner en la conformación de la estructura cuyo grueso se ha elevado a juicio”.

Para el magistrado es necesario “colectar evidencias que permitan cristalizar un reproche que no sólo se sustente en la sospecha genérica o contextual derivada del público y reconocido vínculo de amistad que unía a Lázaro Antonio Báez y Néstor Kirchner, y de la existencia de procesos donde se ha probado la comisión conjunta de delitos”.

Sin estas evidencias, Casanello considera que “la atribución de responsabilidad de Cristina Fernández en esta causa estaría basada excluyentemente en un razonamiento transitivo”.

Si bien la Oficina Anticorrupción apeló el dictamen, la conclusión de Casanello significó una buena noticia para la expresidente. Pero en cierta manera también para el Gobierno actual que sigue gozando los beneficios de “Cristina opositora”.

Boudou y D’Elía, de nuevo en las noticias

Hace más de tres meses que el exvicepresidente Amado Boudou se encuentra detenido, condenado por la causa de Ciccone. Pero el economista volvió a las noticias nacionales esta tarde por un nuevo revés judicial. El fiscal Jorge Di Lello pidió al juez Ariel Lijo que la causa de los “viáticos truchos” sea elevada a juicio oral. Resulta que el exvicepresidente y su equipo, al regreso de los viajes oficiales, presentaban recibos adulterados con cifras exageradas de los gastos realizados. Una auditoria bajo el nuevo Gobierno comprobó que los números que tenía el Estado argentino no coincidían con las cifras facturadas por los hoteles en los viajes de Boudou al exterior.

La condena actual que pesa sobre el exvicepresidente es de cinco años y diez meses. Un nuevo fallo adverso incrementaría  la pena de uno de los funcionarios preferidos de Cristina Fernández.

Luis D’Elía, que había sido detenido por prisión preventiva y luego fue liberado, volvería a prisión en cualquier momento. La Cámara Federal de Casación Penal confirmó una condena por la toma de una comisaría en 2004, cuando era funcionario del Gobierno de Néstor Kirchner. Tras oír el fallo judicial, el exfuncionario denunciado por Alberto Nisman gritó: “¡Viva Néstor! ¡Viva Cristina!” y responsabilizó a Mauricio Macri de su situación procesal. Si la Corte Suprema de Justicia no aprueba un último pedido de amparo, D’Elía acompañará a Boudou al calabozo.

Balance redondo para Cambiemos

Estas novedades judiciales, más allá que estén operadas o no por el oficialismo, sin dudas se tratan de una buena para Cambiemos. Mientras que la exmandataria continúa en libertad, el rechazo que genera su figura en gran parte del electorado sigue haciendo posible la reelección de Macri. Si Kirchner no fuera parte de la oposición actual, la situación sería distinta.

Pero aunque todavía no pesen condenas sobre Cristina, las recurrentes noticias sobre los personajes cuestionados que la acompañaron en su gestión, le aseguran por ahora a Macri la continuidad de la polarización con el Gobierno más corrupto que tuvo la historia Argentina.

 

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