El líder de Cambiemos irá por su segundo mandato, si los electores consideran que el camino “vale la pena” (Twitter)

En medio de la costosa calma económica, el presidente argentino, Mauricio Macri, habló sobre sus intenciones para 2019 y un posible segundo mandato. Con las tasas por las nubes y una restrictiva política monetaria de “emisión cero”, el Gobierno de Cambiemos frenó la corrida cambiaria y espera que en las próximas mediciones hayan buenas noticias con la inflación. En medio del difícil momento económico y de las medidas de emergencia, Macri dijo que tiene intenciones de jugar el año próximo, pero que es una decisión de sus compatriotas, no suya.

“Estoy listo para continuar si los argentinos creen que este camino del cambio vale la pena”, dijo el presidente argentino a una radio de la provincia de Catamarca. Esta entrevista, se realizó en el marco de las declaraciones públicas presidenciales, que se otorgan a pequeñas emisoras del interior del país, con la idea de fortalecer una presencia e imagen federal.

“Estoy convencido de que es el único posible, de que la Argentina no puede volver atrás. No puede construirse sobre la magia, la mentira, la demagogia”, manifestó Macri en la nota con la emisora catamarqueña Radio FM Niquixao 97.1.

En la conversación, el presidente reconoció que Argentina atraviesa un “momento difícil”, pero que le están “poniendo el hombro todos”. En el cambio de estrategia de comenzar a responsabilizar al kirchnerismo por la complicada situación fiscal heredada, Macri manifestó:

“Estamos entendiendo todos que no podemos vivir de prestado, recibimos un gobierno con un presupuesto con un agujero muy grande, en el que se gastaba mucho más de nuestras posibilidades”.

Poca autocrítica

Con relación a los sobresaltos cambiarios y a las devaluaciones constantes, Macri volvió a responsabilizar a factores externos y no hizo ninguna autocrítica sobre el plan “gradualista” que escogió a finales de 2015.

“Durante un tiempo el mundo nos prestó dinero, pero de golpe se cortó el crédito para la región, países emergentes que recibían mas de 100 mil millones pasaron a recibir 7.000. La Argentina necesitaba 30 mil millones solita”. Como ya había hecho en otras oportunidades, el presidente argentino también hizo referencia a las condiciones climáticas y su repercusión en el campo, fuente principal de abastecimiento de dólares para el país:  “A eso hay que sumarle la sequía y ahí se encuentra la explicación de lo que nos pasó en estos meses”.

Si bien los argumentos del presidente argentino tienen su fundamento, lo cierto es que evitar tomar medidas de fondo, lógicamente incómodas y antipáticas para el Gobierno, hizo que Argentina se mantenga en esta situación de vulnerabilidad total.

“Sufrimos esta depreciación de nuestra moneda del 100% que fue durísimo y generó tanta iincertidumbre.  Por suerte ahora vamos saliendo”, indicó Macri.

La promesa de 2015: Bajar la pobreza

Cuando Macri fue electo presidente dijo ante las cámaras que deseaba que su gestión 2015-2019 fuese juzgada por una cosa principalmente: “Si bajó o no la pobreza en Argentina”. A pesar que en los últimos dos años las cifras arrojaron leves mejoras en esta dirección, la megadevaluación del peso y la inflación descontrolada pulverizaron estos pequeños logros. El economista Carlos Melconian reconoció recientemente: “Estamos como en 2015”. El presidente argentino ya lidia con su propio archivo de la campaña presidencial cuando decía que bajar la inflación era “muy fácil” y que la depreciación de la moneda representaba la “incapacidad de gobernar”.

De cara ante las elecciones del año próximo, Mauricio Macri no podrá mostrar los logros que prometió hace tres años. Aunque Cambiemos llegó al poder para dejar atrás a Cristina Fernández, paradójicamente lo que necesita hoy el presidente argentino es a la viuda de Kirchner lo suficientemente fuerte para ser candidata y polarizar con ella, pero no lo suficiente como para volver al poder.



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