Maduro estableció su Gobierno de facto el pasado 24 de mayo cuando, sin esperar al 10 de enero, adelantó su juramentación presidencial ante la ilegítima Constituyente. (Mppre)

Aunque la Asamblea Nacional de Venezuela desconoció el nuevo período de Gobierno de Nicolás Maduro que iniciaría el próximo 10 de enero, el dictador es ilegítimo desde que inició acciones para pisotear la Constitución de ese país.

“El 10 enero 2019 se inicia el período para el presidente electo y no hemos elegido constitucionalmente a ninguno. No hay nadie que se juramente, pues la farsa del 20 de mayo no se reconoce nacional ni internacionalmente”, señaló la abogada venezolana Cecilia Sosa.

Y es que la Asamblea Nacional de Venezuela, único poder público controlado por la oposición, acordó declarar como inconstitucional que Maduro siga en el cargo a partir de 2019, al reiterar que los discutidos comicios de mayo pasado fueron fraudulentos.

El desconocimiento de Maduro se mantiene no solo en Venezuela, sino también a nivel internacional. Queda esperar cuáles son las acciones que tomarán los gobiernos del mundo a partir del 10 de enero, fecha en la que, en teoría, el régimen asumiría el poder en un nuevo e ilegítimo período presidencial.

De los 76 países con democracia plena e imperfecta, según el Índice de Democracia de The Economist en 2018, 54 desconocen la última elección presidencial en Venezuela. Los países que la reconocieron fueron regímenes autoritarios e híbridos.

Desde que Maduro asumió el poder, la dictadura en Venezuela ha pisoteado la Constitución creando a la chavista Asamblea Nacional Constituyente, anulando al Parlamento venezolano, designando jueces del Tribunal Supremo de Justicia y encabezando fraudes electorales; por lo que Maduro ha sido un presidente de facto desde que asumió el poder tras la muerte de Hugo Chávez.

Pero ante el 10 de enero los países del mundo se preparan para presuntamente asumir acciones contundentes. Hay que recordar que a principios del mes de noviembre el Grupo de Lima, conformado por 14 países de la región, anunció que tomarán decisiones firmes ante la renovación del mandato de Maduro.

Gobiernos de Europa también se han pronunciado sobre la ilegitimidad de Maduro. Josep Borrell, ministro de Exteriores de España, dijo que la Unión Europea solo reconoce la legitimidad de mandato de Nicolás Maduro hasta el 10 de enero del año 2019.

Pero la verdad es que Maduro estableció su Gobierno de facto el pasado 24 de mayo cuando sin esperar al 10 de enero adelantó su juramentación presidencial ante la ilegítima Constituyente.

Maduro no solo fue protagonista del mayor fraude electoral en la historia de Venezuela (que dejó en evidencia fraudes en elecciones pasadas), sino que de la mano de los Poderes Públicos pisoteó la Carta Magna: por un lado se robó unas elecciones sin garantías democráticas, y por el otro acudió al Tribunal Supremo de Justicia chavista para que le autorizara una juramentación ante la ilegítima Constituyente que fue impuesta por su régimen.

Maduro, un presidente espurio

José Vicente Haro, presidente de la Asociación Venezolana de Derecho Constitucional y profesor universitario de derecho constitucional, le explicó al PanAm Post que Maduro se convirtió en un presidente espurio en cuanto la Asamblea Nacional, de mayoría opositora, declaró el abandono del cargo:

En primer lugar, hay que recordar que Nicolás Maduro fue declarado como un ciudadano que estaba ejerciendo la Presidencia de manera ilegítima tras un abandono del cargo declarado por el Parlamento venezolano en enero de 2017.

“En segundo lugar, en abril de este 2018, el Parlamento venezolano declaró que hay méritos para enjuiciar a Nicolás Maduro por hechos de corrupción vinculados con la trama de Odebrecht, a partir de un antejuicio de mérito que se llevó a través del legítimo Tribunal Supremo de Justicia que se encuentra en el exilio por la persecución política. Esa autorización de enjuiciamiento traía como consecuencia lo que se llama la separación del cargo de Maduro”, recordó el especialista.

También añadió que “A esto se le suma que hay una disposición de la ley venezolana que señala que una persona enjuiciada debe quedar inhabilitada para comicios o ejercer cargos de la administración pública. O sea que Nicolás Maduro ni siquiera podía postularse en el evento que hubo el 20 de mayo”, agregó

Haro recordó que a estas violaciones de la ley venezolana se le suma el hecho de que las elecciones donde supuestamente Maduro salió reelecto no contaban con las garantías democráticas de comicios libres y justos.

“Otro punto que hace ilegítimo todo este proceso, es que en ese evento hubo ausencia absoluta de garantías electorales, motivo por el cual la mayoría de la comunidad internacional desconoció los resultados de esa elección y puso en cuestionamiento la legitimidad de Maduro en lo que es el ejercicio de la Presidencia de la República. Estos tres elementos que he apuntado terminan de desnudar absolutamente cualquier vestigio de legitimidad de Maduro”, señaló.



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