Si no hubiera temido que la mayoría de encuestas y expertos se equivocarían una vez más acerca de una elección en Gran Bretaña, seguramente no hubiera escrito este artículo ayer: Jeremy Corbyn: El chavista que podría ser Primer Ministro de Reino Unido a partir de mañana. Sin embargo, después de la victoria de David Cameron en las elecciones británicas del 2015, del Brexit, del triunfo del No en el plebiscito colombiano y el de Trump en Estados Unidos —todos eventos que no han debido suceder según los más respetados analistas y encuestadores—, es aconsejable ejercer algo de escepticismo a la hora de leer titulares como este del Independent el día antes de la votaciones: “Lo último de las encuestas electorales: Theresa May ganará mayoría conservadora más abrumadora desde Thatcher según último sondeo“.

En efecto, May no solo no ganó una mayoría thatcheriana, sino que perdió la pequeña mayoría que tenía su partido en el Parlamento (330 escaños de 650). En este momento no es claro cuál será el resultado final, pero seguramente los Tories o Conservadores tendrán que buscar una coalición con el Democratic Unionist Party de Irlanda del Norte, cuyos 10 escaños podrían ayudarles a formar un gobierno. No obstante, sí es probable que May no lidere ese nuevo gobierno por mucho tiempo y que tenga que renunciar pronto como Primera Ministra por las siguientes razones:

1. La elección de ayer era del todo innecesaria

Ya que la última elección general en Gran Bretaña fue en el 2015, los Conservadores hubieran podido gobernar con su estrecha mayoría hasta el 2020 (un parlamento dura máximo cinco años). May se convirtió en Primera Ministra el año pasado luego de que David Cameron renunciara tras perder el referendo del Brexit, gracias al fratricidio político entre dos líderes de la campaña a favor de retirar a Gran Bretaña de la Unión Europea, Boris Johnson, exalcalde de Londres y ahora ministro de Relaciones Exteriores, y Michael Gove, exministro de Educación y de Justicia. May, quien venía de ser ministra del Interior, ganó la elección para definir el liderazgo del Partido Conservador sin resistencia alguna pese a no haber apoyado el Brexit durante la campaña del referendo.

Presentándose como una política seria que le ofrecería estabilidad a Gran Bretaña mientras negociaba su salida de la Unión Europea, May consolidó su popularidad según las encuestas, que aseguraban que su nivel de aprobación superaba el de Margaret Thatcher y Tony Blair. A diferencia de Thatcher y Blair, sin embargo, May no había ganado una elección como líder de su partido, sino aterrizado fortuitamente en el poder tras el sismo político del Brexit. Esto aparentemente le causó inseguridad psicológica, pero May prometió en varias ocasiones que no convocaría unas nuevas elecciones hasta que concluyera el parlamento.

FUENTE: PAN AM