La Comisión Permanente del Congreso decidió destituir a Edgar Alarcón del cargo de contralor general de Perú, tras las irregularidades cometidas durante su gestión.
Alarcón fue encontrado responsable de cuatro faltas graves en el ejercicio de su función: participar en la compra y venta de carros cuando era vicecontralor y omitirlo en su declaración jurada de bienes y renta.
Asimismo, fue encontrado responsable de cometer coacción contra el auditor Walter Grados para que retirara la denuncia en su contra por la compraventa de los vehículos. Además de pagar una liquidación irregular a Marcela Mejía, extesorera de la institución de control.
Con 22 votos a favor y una abstención de Bienvenido Ramírez de Fuerza Popular, se declaró la vacancia de Alarcón como contralor; sin embargo, seguirá “trabajando como gerente central de Operaciones de la Contraloría” o el cargo que el nuevo Contralor le designe, informó Alarcón días atrás.
“[El vicecontralor] reemplaza al contralor general en caso de ausencia o impedimento temporal y ejerce las funciones que este le delega. En caso de vacancia, queda interinamente a cargo del despacho mientras se nombra al titular” indica el artículo 33 de Ley Orgánica del Sistema Nacional de Control y de la Contraloría General de la República.
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