Ante la imposibilidad de Cristina Fernández de Kirchner para postularse a un tercer mandato en 2015, el exministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, hizo pública su intención de competir por la presidencia de la Nación.

Randazzo contaba con un perfil más “ameno” para la sociedad que el resto del kirchnerismo duro. Por eso especulaba que podría conseguir un espacio del electorado amplio, distante tanto de Cristina Kirchner, como de Mauricio Macri.

Cuando todavía no habían candidatos formales Randazzo hizo pública su intención y declaró que si no competía en unas primarias peronistas por la presidencia, no aspiraría a ningún otro cargo. Esta manifestación fue dedicada para la expresidente, que ya tenía en mente la dupla Scioli-Zannini para el ejecutivo y pensaba en el ministro para la gobernación de Buenos Aires.

Este enfrentamiento no tuvo un claro ganador, ya que si bien se hizo lo que Cristina quiso, el resultado electoral fue adverso, por lo que se podría interpretar que, dado el escueto margen en la segunda vuelta entre Macri y Scioli, otro podría haber sido el resultado para el peronismo con Randazzo. Sobre todo, sin Zannini en la fórmula presidencial, que personificaba para el electorado un comisario político del kirchnerismo más radical.

Sorprendentemente para la política argentina, y sobre todo para el peronismo, Randazzo cumplió con su promesa y quedó fuera del debate electoral al no tener espacio para competir por el puesto al que aspiraba. Su relación con el kirchnerismo se enfrió y ante el nuevo gobierno de Macri, se dedicó a construir una estructura con dirigentes críticos a la expresidente.

En un nuevo round, versión 2017, aparece Cristina con el capital de su espacio, que ya no es el mismo desde que perdió el poder. Del lado de enfrente, Randazzo nuevamente dice que será candidato. La diferencia con el primer enfrentamiento es que en aquel había planteado que sería aspirante a presidente o no sería (si la jefa no lo autorizaba). Ahora, con un peronismo sin líder, no le tiene que pedir permiso a nadie y puede, inclusive, enfrentar en las primarias a la expresidente.

 En la jornada de hoy el jefe de campaña de Randazzo, Alberto Fernández (otro ex ministro K que se fue del gobierno durante el conflicto del campo), presentará los avales para que su espacio compita en las primarias justicialistas.Del espacio de Cristina Kirchner buscan desesperadamente la unidad y amenazan a sus competidores internos con las encuestas, donde se advierte, que la intención de voto de la expresidente es muy superior a la de Randazzo. Sin embargo insisten hasta el cansancio con una lista de unidad para evitar las primarias. La excusa de Cristina es que no se quiere pelear con quien fue su ministro.

Pero…¿Cuál es el motivo por el que el kirchnerismo, que cuenta con mayor intención de voto que Randazzo, desea evitar a toda costa la primaria del peronismo?

Las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias en Argentina ofrecen a todo el electorado la posibilidad de poder votar en la interna de cualquier partido o frente. Por lo tanto, el voto no peronista en las encuestas se manifiesta por las opciones que más lo representan, ya sea el massismo o el macrismo. Ahora ¿Qué hará el alto porcentual de votantes que rechaza abiertamente la figura de Kirchner ante la oportunidad de votarle en contra la primaria de su espacio para hacerla desaparecer del panorama político?

Esta posibilidad, que no se percibe en las encuestas que miden a Cristina y a Randazzo, es una realidad y ambos pre candidatos lo saben. A pesar de que la exmandataria tenga el doble de intención de voto que su rival interno, el fantasma del voto antikirchnerista en toda la provincia de Buenos Aires puede generar un fenómeno que podría terminar con la vida política de la expresidente.

Habrá que ver entonces que es lo que pasa en esta pulseada del peronismo, que como de costumbre, resulta más llamativa e interesante para los analistas, que las del resto de los espacios políticos.

FUENTE: PAN AM