Desde hace varias semanas se ha intensificado una tendencia. Una matriz de opinión asegura que el Parlamento venezolano, a través de decisiones contundentes, podría acelerar la resolución de la actual crisis política en Venezuela.
La tesis ha surgido de varias personalidades. El reconocido abogado Juan Carlos Sosa Azpúrua, elaboró una serie de propuestas al Parlamento para resolver la crisis. La transición, según él, pasaría por nombrar nuevos magistrados del Tribunal Supremo de Justicia y rectores del Consejo Nacional Electoral.
Asimismo, destacadas personalidades como Axel Capriles, el profesor Carlos Leañez o el embajador Diego Arria, han asegurado que la Asamblea debe asumir, ya, la transición y convertirse en “fuerte” de la oposición venezolana al ser el único poder que cuenta con legitimidad.
“Más allá de los discursos, la Asamblea Nacional debe trazar una ruta concreta que permita viabilizar el cambio político de manera pacífica y sostenible, nombrando a nuevas autoridades del Consejo Nacional Electoral y el Tribunal Supremo de Justicia, por ejemplo”, se lee en una columna del fundador y editor en jefe de la revista Guayoyo en Letras, Miguel Velarde.
Para comprender por qué el Parlamento no ha asumido la petición de parte importante de la oposición, por qué no se han nombrado nuevos rectores del Consejo Electoral o por qué se sigue aparentando una actuación como si el régimen de Maduro tuviese legitimidad, PanAm Post entrevistó al diputado por Vargas, José Manuel Olivares, quien se ha convertido en uno de los principales dirigentes de las manifestaciones en Venezuela.
No es la oportunidad de accionar medidas arriesgadas.
Olivares asegura que ahora se está llevando la lucha en “distintos tableros al mismo tiempo”. “Hay varios tableros en juego. Es parte del juego. Y cualquier tipo de diálogo, y paso formal, pasa por eso”.
Dice, también, que se ha actuado con contundencia. De hecho, fue él quien solicitó la moción de censura contra el ministro de Interior y Justicia Néstor Reverol, que podría derivar en su destitución. “Eso es actuar con contundencia”, espeta.
Con respecto al nombramiento de nuevos rectores del Consejo Nacional Electoral y de los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, dice Olivares: “El tema del Tribunal ya se ha explicado, y es un tema que ya inició. Pero es un proceso. Nosotros hemos asumido la bandera de la defensa de la Constitución, no podemos ser ahora quienes la violemos”.
“Nosotros tampoco podemos nombrar a todos los rectores. Se supone que tenemos que recibir la postulación del Poder Moral. Eso le corresponde a ellos. Pero es un tablero que va avanzando y caminando”, continúa el diputado.
“Recuerda que ya la Asamblea ha hecho hincapié en el tema económico. Hablamos con los cuerpos diplomáticos en el mundo y hoy nadie se atreve darle financiamiento al Gobierno”, señala, quien luego esgrime con severidad: “Pero, ahora, tampoco caigamos en la fantasía de que una decisión de la Asamblea va a hacer que esto caiga”.
“Si fue así, ¿no crees que hace rato lo hubiésemos hecho? ¿No crees que Requesens se hubiese querido ahorrar los golpes? ¿Que nos hubiésemos querido ahorrar las bombas? No es fácil, pero estamos en eso. Pero hay que dejar claro que no es una decisión de la Asamblea lo que va a cambiar la lucha de todos los venezolanos”, puntualiza.
Olivares dice que la política no se trata de, simplemente, designar un Gobierno de transición. Y, frente a la propuesta de Juan Carlos Sosa Azpúrua, que se ha difundido enormemente, prosigue: “Yo no sé quien es ese tal señor Azpúrua. Yo no lo he visto tragando gas, ni recibiendo perdigones, ni estando en las calles”.
“Pero insisto, toda crítica y recomendación es bienvenida. Pero toda crítica debe buscar conducir. Nadie sabe la fórmula mágica para salir de esto. No la hay. No hay manual”, indicó.
Reitera Olivares que la lucha debe enmarcarse en la Constitución y en la legalidad. De hecho, para él, se ha logrado mucho más de esa manera.
“Nosotros debemos trabajar en la práctica, y eso es lo que estamos haciendo en las calles. Ahora, nombrar a un nuevo presidente del Tribunal Supremo de Justicia solo sería un tema simbólico. Y sí, es cierto, lo simbólico es importante, pero ahora tiene prioridad lo práctico”.
El diputado señala que, aunque es posible, hay que evitar formar un Estado paralelo que, además, sería débil: “Hay que tener cuidado con formar un Estado paralelo. Podemos hacerlo, porque existe la legitimidad y el respaldo popular, pero es muy riesgoso. Y recuerda que hoy hay un Estado que tiene las armas. Nosotros no lo tendríamos”.
No obstante, sí existe un escenario en el que se pudiesen asumir decisiones más contundentes.
“A lo mejor, en un punto de quiebre, eso es viable. Luego de tanta presión, se podría hacer. No se descarta, ni digo que sea alocado. Pero tendría que ser en un escenario extremo. Por ejemplo, si se aprueba y aplica la Constituyente, nos veríamos en la necesidad de hacer valer la otra Constitución. Sería un país con dos Constituciones. Pero si se hace mañana, si se nombra a los rectores o al TSJ, nada va a cambiar”, dice.
Por último, Olivares recalca la necesidad de seguir un proceso estricto que se ha desarrollado por sí solo.
“Nosotros ya hemos desconocido al Tribunal Supremo de Justicia. Esa lucha de poderes ya se está dando. Pero es importante algo: hay que utilizar los términos formales y simbólicos en los momentos oportunos y necesarios”.
“Hoy hemos ganado más gracias a la vigencia de la Constitución y la prueba de que el Gobierno la viola. La comunidad internacional está alerta porque ha visto eso, a un régimen violando la Constitución de su país. Pero aquí no estamos en una carrera de quien viola más la Constitución, y eso se podría dar con la conformación de un Estado paralelo”, culmina el diputado José Manuel Olivares.
FUENTE: PAN AM
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