1- El Presidente Santos, en vez de haber iniciado el proceso de paz combatiendo de modo simultáneo al principal enemigo del país, el narcotráfico global o red mundial de narcotráfico, se dedicó a favorecer su desarrollo en Colombia, suspendiendo la fumigación aérea, la extradición de narcotraficantes, dejando que los cultivos de coca pasaran de 47.000 hectáreas sembradas a 200.000, burlando e ignorando a la justicia global, consagrando el delito de narcotráfico como delito político, y permitiendo que las toneladas exportadas de cocaína se acercaran a las 1.000, aunque por eso figuremos en primer lugar en el mundo como país productor y exportador de cocaína.

Sobre esta debacle social, moral y de salud pública a nivel global, esto es lo que nos advierte RUBEN SANCHEZ AIECH, especialista en Clinica Médica y Magister en Psicoinmunoendocrinologia.

Cocaína: «daños en el sistema cerebral y en la moral. Según la forma de consumo la cocaína llega al cerebro entre 60 a 85 segundos, o de 3 a 5 minutos. El «paco» (pasta base, básica de cocaína, fumada) llega al cerebro en 8 segundos, por ser un producto que contiene, ácido sulfúrico, kerosén, amoníaco y entre un 40 y 80 por ciento de sulfato de cocaína.

Esto hace un severo daño a la salud integral de las personas, mucho más a los jóvenes».

2- No obstante, la evidente letalidad mundial de la cocaína, el Presidente con tal de conseguir el afecto y la simpatía de las Farc, ha tolerado su crecimiento, hasta el punto de coincidir con la irresponsabilidad del magistrado comunista, Carlos Gaviria Diaz, quien soltó la dosis personal para que los jóvenes desarrollasen libremente su personalidad, y así el país comenzase a vivir la terrible pesadilla de poblar con drogadictos de 8 años los parques céntricos de la ciudades capitales y los pueblos intermedios. Por eso hoy asistimos al más espeluznante espectáculo: hombres y mujeres drogándose con total y absoluta libertad, frente a la mirada impotente de la policía que los coge, para que un juez los suelte a las 12 horas por falta de leyes. La cocaína le va destruyendo el lóbulo frontal -capacidad de distinguir lo bueno de lo malo- al drogadicto, y por eso nos estamos llenando de chimpancés de cara fina, ojos azules, ademanes suaves, y voz entre ronca y dulce. RUBEN SANCHEZ AIECH: «La cocaína daña en forma progresiva el lóbulo frontal, reconocido como el «lóbulo cerebral de la civilización». Nosotros nos diferenciamos de los chimpancés por tener 18Mm más de lóbulo frontal. Es el área donde está la capacidad del hombre de tener moral, valores éticos, pensar antes de actuar, controlar impulsos y agresividad, etc. El consumo de cocaína va produciendo micro y macro lesiones, por lo cual el individuo se embrutece (se denomina neandertalizacion). Desde 1994 se denomina a la cocaína como la droga de la amoralidad».

3- «El interés sexual de un adulto por un menor de edad, cuadro psiquiátrico llamado pedofilia, sigue siendo en gran medida un misterio y al mismo tiempo una urgencia médica y social». El individuo que busca su satisfacción sexual por medio del contacto con menores de edad, es proclive a ocultar estos descarríos sexuales, en Colombia, EEUU, Europa y Asia, e instigado por sentimientos opuestos, de deseo y culpa, soledad y rechazo, se refugia en la cocaína y el alcohol; y con esta mezcla letal destruye los depósitos de moral, valores éticos, pensar antes de actuar, controlar impulsos, agresividad, etc… y siendo así tiene potenciadas sus aberraciones sexuales y criminales. Por eso el terrible caso de la niña de 7 años, debe tomarse como referente, de justicia, y además, de salud pública y comportamiento social. «El consumo de cocaína genera convulsiones, temblores y accidentes cerebro vasculares. La cocaína es la causa de ACV en personas menores de 35 años. Más cuando se combina con alcohol. La patología del lóbulo frontal, es la clave para comprender la gravedad del consumo de cocaína, pues, este nos posibilita ser quienes somos, define nuestra personalidad, controla nuestros impulsos, ambiciones, es la sede de nuestra esencia como humanos, y tiene a su cargo «las funciones ejecutivas del cerebro. Es el órgano de la civilización».

4- No basta con enterrar en la cárcel a Rafael Uribe Noguera; no es suficiente que este caso sea manejado por los mejores abogados penalistas del país; no basta el despliegue periodístico del asunto. Es preciso añadir a este grupo de profesionales, otro grupo de científicos, es decir, de psiquiatras y psicólogos. Porque si el terrible episodio de la niña de 7 años se coloca dentro del contexto apropiado, podrían derivarse de él enseñanzas muy importantes para Colombia y el mundo, puesto que, el planeta tiene 315 millones de adictos, es decir, 315 millones de drogadictos, pacientes, víctimas, criminales u occisos prematuros; un adicto, como Rafael Uribe Noguera, puede ser al mismo tiempo, drogadicto, paciente, víctima, depravado, criminal y occiso prematuro. La drogadicción es una tragedia tan grande que apenas el mundo la comienza a valorar y mesurar; 315 millones de adictos, muchos iniciados desde los 8 años, son 315 millones de chimpancés deambulando sin dirección y control por las calles del mundo, durante 50 años o más. La debacle, pues, representa 6 veces las víctimas fatales de la segunda guerra mundial. Pese a la extrema gravedad nacional y mundial del narcotráfico, el Presidente no ha comenzado a crear las soluciones para combatirlo con éxito. Una de ellas, sin duda, un trabajo conjunto con todos los Presidentes de las naciones del mundo, pues, la labor del llanero solitario, no procede ni cabe en este caso.

5- El narcotráfico fluye por una red mundial que tiene uno de sus puntos de arranque en Colombia, pues, aquí se produce la cocaína y se despacha hacia los mercados globales con un precio de 700 dólares el kilo, hasta alcanzar un valor de 165.000 dólares. El problema es tan grande que ningún país en solitario lo puede enfrentar. Y como no es posible desalojar de las calles del mundo al drogado, drogadicto, enfermo, víctima, criminal, chimpancé y occiso prematuro, porque los 7 habitan alternativamente o por turnos en una sola persona, es decir, jamás están todos al mismo tiempo en el mismo pecho, es preciso acometer un trabajo conjunto con todos los gobernantes del mundo, tendiente a hacer, lo único que es dable hacer: arrebatarle las utilidades al negocio de las drogas ilícitas. Si le quitan a los narcotraficantes del mundo los 750.000 millones de dólares que se ganan anualmente, el negocio de las drogas queda como el negocio del licor, sostenido por los viciosos, pero sin hacer tan ricos a sus empresarios. Sorprende entonces que el Presidente haya manejado tan mal la política de drogas ilícitas, tanto que este yerro bastará para inducir el aborto del proceso de paz, pues, permitió que Colombia alcanzara el primer lugar como país productor y exportador de cocaína, y a la vez desafió a los magistrados y gobiernos internacionales, consagrando el narcotráfico como delito político, retando así a todas las autoridades que a nivel global luchan contra este flagelo.

6- El problema del narcotráfico y su manejo permisivo y cómplice que le ha dado el Presidente Santos, quien no ha actuado como Jefe de Estado, sino como socio de las Farc, va a terminar convirtiéndose en el talón de Aquiles del proceso de paz, y, consecuentemente, en la causa principal de su inevitable aborto: 1) las Farc no son el grupo narcotraficante que recibe el mayor porcentaje de ingresos, pues, se estima que obtienen al año 10.000 millones de dólares -30 billones de pesos-, de los 37.500 millones que recibe el Continente, quien a su vez recibe esta cantidad como participación en los 750.000 millones de dólares anuales que genera el narcotráfico mundial; 2) Pese a que 10.000 millones de dólares o 30 billones de pesos, son mucho dinero, la importancia de las Farc como grupo narcotraficante la obtienen es por el hecho de ser el eslabón de arranque de la cadena global, es decir, el eslabón que activa o pone en marcha la cadena mundial de narcotráfico, pues, cultivan coca -en 200.000 hectáreas-, y producen casi 1.000 toneladas de cocaína que despachan hacia los mercados mundiales; 3) con este monstruo apenas son capaces todos los países unidos o todos los gobiernos del mundo unidos, por eso es previsible que Donald Trump, quien realizó su campaña Presidencial sobre dos ejes fundamentales, seguridad y economía, va a convocar a Xi Jinping, Francois Hollande, Theresa May, Angela Merkel y Vladimir Putin…, a una cruzada mundial contra el narcotráfico global.

7- El Presidente, pensando en congraciarse con las Farc, y en sus protervos objetivos políticos, desestimó el contexto mundial del narcotráfico y metió la pata: 1) en vez de buscar los medios para contener el narcotráfico, más bien encontró el modo laxo de aumentar la producción de coca y cocaína; 2) cuando debía coadyuvar a reducir el número de adictos en el mundo, cooperó para que éstos se incrementaran, empezando incluso por la multiplicación de las ollas en Colombia; 3) como se detuvo en el país, y no examinó lo que estaba sucediendo en el planeta, permitió que las Farc fuesen copartícipes de la mutación de hombres y mujeres en chimpancés; 4) se conformó con contabilizar los muertos ahorrados en el país, porque las Farc dejaron de disparar, pero, se le olvidó contabilizar los miles de muertos en el mundo por consumir cocaína colombiana; 5) se hizo el de la vista gorda con el maridaje narco entre las Farc y los militares venezolanos, quienes durante su Gobierno se enriquecieron convirtiendo a Venezuela en Estado mafioso; 6) omitió registrar el hecho desgarrador de que Colombia sea, por medio de las Farc, el país que provee de cocaína a parte de los 315 millones de adictos en el mundo, los cuales hacen sufrir lo indecible a 315 millones de familias…; y 7) como si la contienda del narcotráfico no fuera con Él, decidió olímpicamente consagrar este delito, como delito político, y ahí fue Troya, porque el mundo no le va aceptar semejante barbaridad. ¡Adios proceso de paz!

 

 

Gerardo Jurado Ciro
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