La Justicia de Brasil decidió impedir la salida del país del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva a solo 24 horas de haber ratificado su condena.

Un juez de Brasilia ordenó retirar el pasaporte al exmandatario, quien este viernes se disponía a viajar a Etiopía para participar en una cumbre sobre el hambre auspiciada por la FAO, el organismo de la ONU para la alimentación en el mundo.

El juez, Ricardo Leite,  que emitió el retiro del pasaporte, no tiene que ver con los casos por los que Lula fue sentenciado culpable. El jurista instruye otro proceso que implica al exmandatario en supuestas irregularidades en la compra de 36 cazabombarderos para el Ejército brasileño. En el caso se investiga un presunto tráfico de influencias.

Lula fue imputado por ese proceso en diciembre de 2016, después de que el juez considerara procedentes las acusaciones de que el expresidente intervino en la elección del vencedor de la millonaria licitación gracias a su influencia en el Gobierno de su sucesora, Dilma Rousseff.

Este es uno de los siete procesos judiciales que afronta el exjefe de Estado, en su mayoría por corrupción y en uno de los cuales fue condenado el miércoles en segunda instancia.

Lula no irá preso por los momentos, ya que aún existen varios recursos (ante los mismos jueces, luego ante el Tribunal Superior de Justicia y por último ante el Supremo Tribunal Federal) que sus abogados pueden presentar, manteniéndolo libre.

La decisión que lo condena, aunque es apelable, complica las opciones del ex gobernante ya que, según la legislación brasileña, los condenados en segunda instancia no pueden ser postulados.

No obstante, la última palabra sobre la candidatura de Lula, que lidera todos los sondeos de opinión y ha manifestado su intención de presentarse, estará en manos de la Justicia Electoral.

Ahora, en época de pre-campaña para la Presidencia, Lula insiste en postularse a pesar de todos los procesos judiciales que tiene en su contra, pues no podrá salir de su país bajo ninguna circunstancia.

El ex presidente tiene el panorama bastante complicado y empeoró luego de que quedara prácticamente inhabilitado para candidatearse. Pero Lula parece dispuesto a llegar lo más lejos que pueda, por lo menos a inscribirse como candidato el próximo 15 de agosto, cuando finaliza el plazo.

El oficialista Partido de los Trabajadores anunció que no renunciará a la candidatura de Lula, sin importar las resoluciones judiciales.

Cabe destacar que el proceso judicial puede extenderse inclusive hasta después de la elección, lo que pondría a los jueces del Tribunal Superior Electoral en el brete de tener que anular la elección de un presidente que ya ganó en las urnas.

Fuente: es.panampost.com