Esta noche en Miami se presenta en vivo Rotilla Festival.
Se trata de un festival de arte alternativo que se llevó a cabo en Cuba desde 1998, organizado de manera autónoma, hasta que en el 2011 el régimen Castrista, bajo la tutela del Ministerio de Cultura, se apropió del espacio y dejó por fuera a los organizadores y cambió tanto el sentido como la producción del evento.
Para conocer más al respecto, contactamos a Diddier Santos Moleiro, productor general del evento desde el 2007, quien ofreció una entrevista exclusiva para PanAm Post.
Nos cuenta que el festival nació como un grupo de amigos que quería hacer una fiesta en la playa. Luego se convirtió en un espacio para conocer artistas que no tenían lugar en otros ámbitos de la cultura. Evitaban a toda costa “artistas comerciales”, aprobados por los medios y como tal por el gobierno.
Mensaje
“Nuestro mensaje es de esperanza y de lucha, mientras exista un gobierno totalitario dentro de la isla —donde la censura es lo cotidiano— estamos aquí para dar espacio a esos artistas que no pueden lanzar su mensaje a los cubanos y al mundo, la mayoría de los artistas comprometidos con la sociedad cubana han tenido que emigrar para poder desarrollar su talento”, dice Diddier.
Y él no fue la excepción. Se exilió poco tiempo después de ser detenido.
Junto a los organizadores del festival, desarrolló un documental sobre Rotilla —Ni Rojo, Ni Verde, AZUL!”, disponible en YouTube— sobre el esfuerzo y constancia que implicó el desarrollo del festival y cómo el régimen Castrista se apropió de él.
Cuando intentaron filmar la versión del festival que organizaron las instituciones, situadas en una playa cercana, las autoridades les impidieron salir de La Habana. Pues, en Cuba no existe el libre tránsito, las autoridades tienen la potestad de expulsar a un ciudadano de una provincia a otra o bien negarle el acceso.
El exilio también somos nosotros
La salida de la isla le permitió a él y a los que decidieron irse, extender su mensaje a los cubanos dentro y fuera de la isla sin el riesgo de caer presos.

Agrega: “El exilio también somos nosotros y necesitamos hacer oír nuestras voces, al mismo tiempo queremos recordar a los nuevos exiliados que nada ha cambiado en Cuba y que si nosotros no hacemos algo por los nuestros nadie lo hará, es mas bien crear un tipo de compromiso, la gente necesita ver para creer y qué mejor manera de hacerlo con arte, donde además puedes enseñar y hacer que los jóvenes se identifiquen con el mensaje”.
Censura
En el documental se refieren a lo que hacían como una “alfabetización musical”. Viajaron a 20 ciudades, dieron entrevistas en la radio y cuando crecieron suficiente, era tiempo que el gobierno lo controlara. En lugar de artistas emergentes, lo suplantaron con lo que sonaba en los demás espacios: salsa y reggaetón.
Se puede observar cómo los concurrentes se quejaban no solo por la calidad de la música y la falta de espacios donde puedan expresarse libremente, sino también por las condiciones del entorno. Indicaron que los organizadores originales despejaban la zona del río. Aquí pueden observar en video cómo, con palas, manualmente cavan la arena para permitir el flujo del río hacia el mar.
Ahora, ocho años después de la usurpación, desde el exilio, Rotilla sigue.
Libertad de expresión
Esta noche se lanza el disco de Squadron Patriota. Hablamos con el cantante, Raudel Collazo Pedroso, quien nos dice: “para mi es vital necesario, imprescindible, tener la posibilidad de expresarte libremente, a partir de lo que ves, vives y sientes en tu sociedad o en el espacio donde te toca vivir. Ese derecho y casi una obligación de poder contribuir o no en un momento determinado con tu libre ejercicio de opinión o expresión, aunque tu criterio vaya en contraposición del orden establecido”.
Con ese ánimo compuso la canción “Somos la raíz del cambio”.
En el documental ya mencionado, el cantante menciona cómo en Cuba “disentir” es una mala palabra y cómo eso repercute en una sociedad donde no existe el diálogo. Porque al que piensa distinto se le aísla, se le persigue, es un terrorista.
El grupo de producción detrás de Rotilla, “Matraka”, ha sido denominado “contestatario”.
También se tipificó de sospechosos a sus auspiciantes, que no eran más que músicos, artistas y productores que se interesaron por su proyecto. Una vez que estudiantes de la escuela de cine se incorporaron al proyecto, el agregado audiovisual atrajo a estudiantes de intercambio. Primero un alemán, luego un turista y productor serbio que posteriormente dotó al grupo de fondos de su propio festival en Serbia: Exit Festival.
Todo surgió de manera espontánea, sin mayor planificación, mucho menos conspiración. Pero para el régimen Castrista, implicaba un riesgo, había que controlarlo.

Nos dice Diddier que: “en Cuba es criminal y que acaba con cualquier artista o proyecto que no se acople a la politica cultural y eso no esta bien, la libertad de expresión no puede ser relativa, pero lo más importante es que ellos vean otra vez a los artistas que dentro de cuba no pueden ver y que entiendan que ese sistema no es bueno por lo que debemos de cambiarlo”.
Latinoamérica y el socialismo
Y no se limita a la cuestión cubana. Hace dos semanas, cuando el régimen Castrista asesinó a Óscar Pérez, los organizadores de Rotilla publicaron en su página de Facebook una canción donde un rapero le elevaba como héroe y manifestaron su solidaridad con Venezuela durante este proceso de “radicalización de su dictadura”.
Rotilla sirve para visibilizar la situación en Cuba también como estrategia preventiva para otros países. Para Diddier, “hay un de tema de ignorancia social y de personas que quieren ganar ventaja del trabajo de los demás”, cuando se trata de Lationoamérica y el socialismo.
“Es una especie de estado emotivo donde una persona con complejos puede encontrar refugio sentimental, la historia ha demostrado que el socialismo es un sistema demoledor que ilusiona a sus seguidores con un discurso mediocre donde supone una igualdad social pero no especifica en qué nivel de la sociedad se encuentra, se ha demostrado que esa igualdad solo se consigue en la pobreza. No se puede construir una sociedad con esos valores, la competencia siempre te obliga a dar un poco más para poder alcanzar una meta”.
Considera que la mejor manera de combatir esa ignorancia es con mucha información, por ello ofrece esta plataforma alternativa; al margen de los grandes medios. Poniendo en evidencia que la expropiación que ejerce el socialismo, se aplica a todos los ambientes, incluso el arte, hasta las fiestas.
Esta noche, lo harán a las 10:00pm desde Miami, lo que hace casi una década no puede ser en Cuba, el Festival Rotilla, un espacio de libertad de expresión. Para verlo en vivo, pulse aquí
Fuente: es.panampost.com
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